ABSTRACT
Hay que impedir que los poderes financieros mediante el BCE, Comisión Europea y FMI impongan sus políticas y roben todos los activos de los países periféricos europeos.
El referéndum griego
sobre la rebaja de la deuda y los ajustes asociados, es una falsa demostración
democrática que, en realidad, sólo sirve para justificar la aplicación de políticas
neoliberales. ¿Acaso puede un ciudadano heleno negarse a la “rebaja” del 50% de
su deuda soberana?
It is necessary to prevent financial
power elite from imposing,
through the European Central Bank, the
European Commission and the International Monetary Fund, their policies
and appropriating all the assets of the European peripherals states.
Greek
referendum on debt crisis and associated adjustments is just a false democracy
display that actually will just be able to justify the imposition of neoliberal
financial policies. Is it possible that a Greek citizen reject banks to take a 50 percent “loss” on
the face value of their debt?
En la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno
de la Unión Europea
celebrada en Bruselas entre los días 26 y 27 de Octubre de 2.011, se estudió la problemática financiera planteada
en la eurozona, así como el problema de la deuda soberana griega. Los acuerdos, frutos de pactos no
manifestados explícitamente, han sido
consensuados por todos los presentes, extremo este que ha destacado la
directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. Para el todavía
presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, era necesario “implementar todas la medidas adoptadas y de la forma más rápida y
efectiva”, pues, en su opinión, lo más importante ahora es ofrecer
confianza. Y, para el Jefe del ejecutivo comunitario, Durao Barroso: “Europa necesitaba dar una respuesta integral a la
crisis de la deuda soberana y creo que ahora tenemos una herramienta sólida
para conseguirlo”
Los acuerdos podemos resumirlos en este conjunto de medidas:
- Supervisar de forma permanente a Grecia a cambio de un rescate de 100.000 millones de euros.
- Se acuerda acudir a una quita de deuda griega que asciende al 50% de la misma.
- Se fuerza a la banca a recapitalizarse subiendo sus niveles de capital del 5% al 9%. Lo que en principio exige un capital en torno a 106.000 millones de euros.
- Se ha decidido también ampliar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera hasta 1 billón de euros (1.000.000.000.000 de euros). Este aumento pretende en primer lugar, avalar las emisiones de bonos soberanos de aquellos países que tienen dificultades para acceder a los mercados. En segundo lugar, pretende este Fondo recapitalizar la banca, en caso de que la inversión privada no aporte la financiación necesaria. Y, en tercer lugar, se pretende con el Fondo el poder intervenir en los mercados secundarios para estabilizar las primas de riesgo de los países cuya deuda esté sometida a ataques especulativos.
Ni siquiera después
de las medidas aprobadas se le puede conceder a los próceres europeos el
beneficio de la duda. Insistimos en las tesis que hemos venido manteniendo de
manera reiterada en todos y cada uno de los artículos que venimos publicando, los Gobiernos europeos están de manera
inequívoca al servicio de los poderes financieros. Veamos el por qué:
1. LA
REBAJA DEL 50% DE LA DEUDA GRIEGA
La quita del 50% de la deuda griega, sólo la podríamos calificar de broma, por razones diversas:
- Los bonos griegos en los mercados secundarios están entre un 65 y un 80% rebajados. Es decir, con esta medida a los bancos tenedores de deuda griega se les va a “regalar” entre un 15 y un 30% del valor nominal de los bonos que ya tenían perdido en los mercados.
- Los Jefes de Estado mienten, cuál bellacos, cuando afirman que han impuesto un sacrificio a los bancos. Los bancos tenedores de deuda griega han experimentado en estos primeros días un importante subida en Bolsa.
- Digan lo que digan Merkozy, la operación en curso está liderada por los acreedores y las soluciones que se han aprobado son las que ellos han impuesto.
- En realidad, la historia de la quita consiste en un intercambio de bonos tóxicos por otros avalados. Esto es una versión a la europea del Plan Brady(1) que tuvo efectos nefastos para los países en desarrollo.
En definitiva, este plan perjudicará a Grecia porque la reducción de la deuda es insuficiente. Según los cálculos más optimistas Grecia necesitaría entre 220.000 y 450.000 millones de euros, desde estas páginas auguramos que a mediados del año que viene volverá a plantearse que la economía griega necesita de nuevos fondos y todo ello, sin posibilidad de nuevas medidas de ajuste. Estas políticas debilitarán aún más si cabe la depauperada economía griega, dado que la convierte en un protectorado sin autonomía alguna y sin la de posibilidad de resarcirse de la deuda odiosa.
El 31 de Octubre, el Jefe del Gobierno griego Papandreu, informa de que estas medidas las deberá aprobar Grecia en referéndum con una pregunta que será de este tenor: “¿Quiere Vd. que le rebajen su deuda en un 50%?”. ¿Quién no quiere que le perdonen la mitad de su deuda?. Evidentemente nadie del Gobierno le explicará al pueblo griego la trampa que hay detrás de la pregunta: sometimiento de por vida a los dictados de los mercados financieros, pérdida del estado del bienestar y entrega de los activos públicos a la iniciativa privada.
La convocatoria del referéndum es una victoria del movimiento de resistencia en Grecia. No tiene ningún mérito Papandreu en la convocatoria del plebiscito. No olvidemos el papel que ha desempeñado en todo el proceso de la crisis griega. Amenaza con el referéndum porque no puede gobernar frente al rechazo activo de la mayoría de la población griega. Y lo ha convocado para ganarlo. Con ello no está desafiando a
Y una reflexión más, ¡aviso a navegantes!, el resto de países con problemas con la deuda soberana (Portugal, Irlanda, España, Italia) ¡que se vayan aplicando las recetas porque cuando los mercados huelen sangre no cesan en sus ataques!(2) y más aún cuando “adivinan” por las señales que les envía
El problema es que la convocatoria del referéndum ha trastocado todos los planes de los bancos: ante la posible negativa del pueblo griego, los inversores salen huyendo y dejan la deuda soberana de los países a “los pies de los caballos” y, por lo mismo, a los bancos.
2. EL VERDADERO OBJETIVO DE LA CUMBRE: ¡SALVEMOS A
LOS BANCOS!
La Autoridad Bancaria Europea calcula que para la recapitalización que se pretende serán necesarios 106.000 millones de euros (¿será casualidad esta cifra?)(3). Una cantidad difícilmente alcanzable dada la situación de los mercados y la pérdida de confianza que los bancos inspiran por la falta de transparencia en sus balances (incluso después de los test de estrés, la banca Dexia que los había pasado con nota, ha tenido que ser nacionalizada).
¿Qué se pretende con el Fondo Europeo de Estabilidad?. En realidad lo que los bancos necesitan:
- que las emisiones de bonos soberanos de los diferentes países estén avaladas por este Fondo, lo que evidentemente minimiza los riesgos del inversor.
- el propio Fondo pretende recapitalizar la banca. En caso de que los inversores privados no lo hagan (que no lo harán) y los gobiernos no puedan asumir esta recapitalización, se llevará a cabo con cargo a estos fondos.
- se pretende con el Fondo intervenir en los mercados secundarios para frenar la especulación y que las entidades que adquieran deuda soberana no corran riesgos subyacentes provocados por la especulación “pura y dura”.
El tratamiento que se le está dando a las dificultades de recapitalización de los bancos, es como si él mismo
fuera un problema coyuntural producto de la crisis de la deuda soberana. En
todo caso, el diagnóstico que se ha hecho de la situación que: “la banca ha asumido excesivos riesgos y que
se ha evitado el que los bancos quiebren con las aportaciones de dinero público”
es un análisis parcial e interesado
y al que habría que cuestionar y preguntarnos entre otras cuestiones: ¿por qué
las aportaciones de dinero público no se han traducido en nacionalizaciones de
los bancos?
3. ¿EUROPA ESTÁ VERDADERAMENTE A SALVO DE LA CRISIS ?
El problema del dictamen de los
analistas de la UE ,
BCE y FMI limita
de manera errónea la verdadera complicación existente en la eurozona al
centrarla exclusivamente en el
sistema bancario arrinconando los
auténticos problemas de la crisis y, por tanto, impidiendo encontrar soluciones
válidas a la misma.
Las verdaderas causas de la
crisis habrá que buscarlas en el
propio diseño de la zona euro. Errores que, por cierto, fueron puestos de
manifiesto por el Informe Emerson(4), por
diferentes economistas de opciones políticas dispares así como por diversas
instituciones académicas. Todas las partes coinciden en algo fundamental: el
área euro que se creaba no era una zona
monetaria óptima(5) y, otros además consideraban que había
una falta de mecanismos de integración
económica real y de cohesión social del proyecto. Diferencias en políticas
fiscales, disparidades en potencial económico de cada país de la eurozona,
etc., producen asimetrías y disfunciones
difícilmente salvables. Esto significa que sigue
faltando una política económica común o similar en todos los países que, a fin
de cuentas, es la mejor garantía de que no habrá desequilibrios fiscales
regionales y que el crecimiento se repartirá de forma más equitativa porque lo
harán los flujos de capitales y de personas.
Los gobiernos de la UE no tuvieron en cuenta las
diferencias que separaban a los diferentes países y, por encima de las realidades económicas que determinaban los
mercados, optaron por la dimensión
política de la unión. Y en ese contexto creado, a pesar de las advertencias
que se hicieron, se produjo una transferencia de renta y riqueza a favor de
los países mas desarrollados con lo que las diferencias iniciales aún se
fueron agrandando.
Lo que se
pretendió desde el principio era la construcción de un área para rentabilizar
los capitales europeos que, sin embargo, carecía de los requisitos básicos para
poder llevarse a cabo. Al ceder los Estados la política monetaria la propia
unión carecía de los mecanismos de
intervención supracomunitarios que permitieran corregir las disfunciones que
fueran apareciendo
Al ponerse en
marcha la unión y empezar a “trabajar” los diferenciales de productividad y las
diferencias salariales lo que sucedió es que las economías más desarrolladas generaron superávits comerciales
mientras que las menos desarrolladas
entraron en profundos déficits de sus balanzas de pagos. Estos déficits
eran financiados con los correspondientes superávits de los poderosos lo que
permitía mantener la apariencia de que el tinglado era sostenible.
Pero, aparece la
crisis en 2008 y la liquidez que fluía
con regularidad se frena y es entonces cuando aparece una general desconfianza
hacia los receptores de fondos. Es decir, se rompe el mecanismo de ficción
que se había creado en la UE
y que había generado en su período de existencia aún mayores desequilibrios
económicos que los existentes previamente. Esta es la diagnosis y, sólo si los gobernantes europeos enfocan el
problema con esta visión, deberían responder a la crisis con medidas
políticas que son las únicas capaces de resolverlo.
Notas.-
(1) El Plan Brady fue una estrategia
adoptada a finales de la década de 1980 (1989) para reestructurar la deuda contraída por los países
en desarrollo con bancos comerciales, que se basa en operaciones de reducción
de la deuda y modificación de las condiciones
del préstamo tanto en lo que se refiere al tiempo de amortización como a
los tipos de interés. Para conocer el detalle:
(2) En este sentido es
importante tener en cuenta el artículo de Andrea Fumagalli el default como
contrapoder a la especulación financiera:
(3) Los
bancos de Alemania, Estados Unidos y Francia suman casi la mitad de la
exposición a Grecia. Según datos del BIS tienen 100.000 millones entre
créditos, garantías y derivados concedidos a Atenas
(4) El Informe Emerson era el principal apoyo
intelectual para la creación d ela Unión Monetaria. Este informe consistió en
un análisis coste-beneficio
(5) Creyeron los líderes europeos a finales de los noventa que era bastante con un estricto control de los déficits, la deuda, la inflación y el crecimiento para lograr la estabilidad de la moneda común, puesto que los cuatro indicadores, más algún otro luego absorbido como el tipo de cambio, eran la síntesis de las políticas económicas. Pero la primera crisis financiera global, que ha derivado en una crisis de deuda soberana, ha dinamitado buena parte del montaje. Se echa de menos algo parecido a las costuras que sostienen al dólar en Estados Unidos o al yen en Japón: políticas fiscales y económicas homogéneas en toda la geografía del área monetaria para poder mantener una política monetaria y cambiaria reconocible. El fondo de ayuda creado este fin de semana supone un primer paso en tal dirección, en la del federalismo fiscal. Pero no es suficiente, puesto que la financiación del instrumento queda también en parte en manos de los mercados, mientras que el presupuesto comunitario sigue siendo poco más que una limosna en comparación con los volúmenes de dinero que mueven aquellos, o del tamaño de los desequilibrios fiscales de los países de la zona euro. Por tanto, el presupuesto comunitario debe multiplicarse para que el federalismo fiscal sea reconocible, y no precise, como ahora, de la colaboración activa del Fondo Monetario Internacional para garantizar la estabilidad de una moneda que representa a los países más ricos del mundo.
Excelente articulo, queda claro la manipulación
ResponderEliminara la que estamos siendo sometidos. La historia de
las quitas son siempre para favorecer a los grandes acreedores, que son los que al final determinan las políticas que se siguen. Respecto
a la CEE fue simplemente una creación para favorecer la circulación y por tanto la rentabilización de capitales. Un saludo.