martes, 21 de febrero de 2012

Los sindicatos y la Reforma Laboral


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

“Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”

Antonio Gramsci

1. EL II ACUERDO PARA EL EMPLEO Y LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA PARA LOS AÑOS 2012, 2013 Y 2014

El acuerdo de CCOO y UGT con la CEOE del pasado 25 de Enero, intenta minar (lo nieguen o no los sindicatos) la capacidad de resistencia de la clase obrera del país. Parecía difícil que los sindicatos consiguieran mayores cotas de amarillismo. Firman, por enésima vez, un nuevo ataque a la clase trabajadora. ¿Por qué firman este acuerdo en puertas de una reforma laboral que se plasmará 15 días después? ¿Qué pretendían? ¿Acaso poner de rodillas a la clase obrera española para frenar su posible respuesta a la susodicha reforma laboral?

Las razones a las anteriores preguntas se explican fácilmente:

1.     CCOO y UGT demuestran que comparten el discurso de la CEOE, según el cuál, la salida de la crisis depende de que los empresarios creen empleo y que las empresas sean competitivas, para ellos (ambas partes: sindicatos y empresarios), sólo será posible salir de la crisis si se reducen salarios y derechos laborales: ¡Esto es lo que han firmado!

2.     Como España no puede llevar a cabo políticas monetarias que mediante devaluaciones competitivas favoreciesen las exportaciones, para “compensar” ese déficit, sindicatos y empresarios se ponen de acuerdo en degradar las condiciones laborales para reducir costes y así incrementar la competitividad.

3.     Los análisis que los sindicatos hacen sobre la crisis, no resistiría la crítica de un estudiante de primero de economía: niegan siquiera la posibilidad de que existan otras soluciones a esta crisis y ni siquiera cuestionan el sistema en el que están inmersos (han olvidado que tiempo atrás algunos eran marxistas) y lo que es peor, ni ‘ponen en solfa’ de manera decidida que las políticas que se vienen practicando por los sucesivos gobiernos, son contraproducentes para la clase trabajadora.

domingo, 12 de febrero de 2012

Grecia… ¡pobre Grecia!

Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

De la nube proceden la nieve y el granizo; y el trueno
del brillante relámpago nace: el estado perece
a manos de los fuertes, y el pueblo, ignorante, se postra
a los pies del tirano.
                                                          Solón (siglo VII a. C.)

La esperanza es el sueño del hombre despierto.

                                               Aristóteles (384 -322 a. C.)

Se está bastante seguro que Grecia suspenderá pagos de forma inevitable. Los datos que se conocen así lo indican:

  • La deuda pública es del 160% del PIB
  • Los intereses para las letras a tres meses están al 14%
  • El servicio de la deuda a un año está al 54%.
  • El PIB caerá este año 2012 en torno al 5%
  • Los activos públicos disponibles para la venta apenas valdrán unos 600 millones de euros, frente a la necesidad de 50.000 millones para los próximos 5 años.
  • El desempleo está ya en el 22%
…………………….

En fin y, a todo esto, sus socios, sus queridos socios europeos, lejos de ayudarles les obligan a asumir políticas que lejos de beneficiar a los ciudadanos griegos únicamente, pretenden salvar a los bancos que tienen la deuda griega.

En los corrillos financieros se concede una probabilidad del 50% de que Grecia saldrá del euro, lo que llevará aparejado una depreciación de la nueva moneda (el nuevo dracma) que será superior al 50% y, con una deuda insostenible que no podrán pagar los helenos.

Grecia sólo tiene viabilidad si se niega a aceptar la totalidad de la deuda que le imputan ¡sus socios!, ¡sus queridos socios! Y además de declarar odiosa parte de su deuda, Grecia debería tomar la decisión de salirse del euro: ¿para que quiere enemigos con los amigos que tiene? En este sentido, Merkel y Sarkozy, han propuesto la creación de una cuenta bloqueada, donde se ingresaría el dinero que se le prestase, para garantizar que Grecia paga primero los intereses a los bancos. Esta ‘excelente’ propuesta cuenta con el respaldo del presidente del eurogrupo: Juncker… ¡sus socios!, ¡sus queridos socios!

viernes, 3 de febrero de 2012

¡Más austeridad, más recortes de derechos sociales y económicos de trabajadores y pensionistas!


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)
 
Igual que el bobo pasmado que repite y repite la gracia para que se rían los demás, los gobernantes europeos reiteran con machacona estupidez sus planes de austeridad que conducen a naciones enteras a la indigencia.

La máscara que se han autoimpuesto para no ver más que, lo que los mercados les dejan ver, les lleva a someterse a la permanente supervisión de sus políticas económicas por parte de los mercados de capitales. Si todo ello lo trufamos con la pérdida de identidad nacional a la que estamos asistiendo, la inoperancia del Banco Central Europeo, las ortodoxas obsesiones de Merkel, en definitiva, sólo podemos diagnosticar que el enfermo (el euro) está muy malito.

Al albur de esas políticas de austeridad se nos prometía un futuro de salida de la crisis, pero la realidad es tozuda, las políticas neoliberales no han funcionado nunca para salvar a los pueblos, sólo han fomentado el que los ricos sean más ricos y que las empresas capitalistas acaben concentrándose más y más.

Al cabo del primer año de aplicación de esas políticas restrictivas, la recuperación anunciada se volatilizó y el hecho del creciente deterioro de las finanzas públicas griegas, sirvió de detonante del peor cambio de la historia de la política económica. Grecia fue el pretexto para cambiar toda la política presupuestaria que pasó de la práctica común de déficit razonable, a la obligación imperiosa de su reducción a cifras poco realistas.