viernes, 4 de enero de 2013

¿Recuperación? No, recesión y para largo


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

"Todos los hombres pueden caer en un error; pero sólo los necios perseveran en él."

Marco Tulio Cicerón

Cualquier presagio favorable sobre la economía española, debería poner sobre la mesa, las medidas tomadas para aliviar la carga –ya insoportable- de la deuda. Ni el sector exterior, ni el sector público están evolucionando en una línea que nos permita albergar esperanzas respecto de la deuda de las familias, de las empresas, del sector financiero o de las distintas Administraciones Públicas.

Los datos esperados para 2013 (hemos recogido la media, partiendo de diversas fuentes), son alarmantes:

1.      Caída del PIB, 1,5%
2.      Caída del consumo de los hogares por encima del 2%
3.      Caída del consumo público 6,4%
4.      Caída de la inversión en 5,6%
5.      El desempleo estará por encima de los 6 millones de personas
6.      El déficit estará próximo al 7%

En 2012, la balanza de pagos por cuenta corriente generará déficit, lo que incrementará el endeudamiento con el exterior. Recordemos que la deuda bruta con el extranjero del Reino de España a finales de 2011, superaba los 2,3 billones de euros.

Las políticas de recortes y ajustes nos están conduciendo a una enorme degradación de la sociedad. En este sentido, los organismos internacionales nos auguran una cada vez mayor exclusión social de los ciudadanos. A la vez estas políticas, cuyo objetivo primero es la reducción del déficit público, no lo están consiguiendo: todos los datos llevan la previsión de déficit para el año que termina al 8%, más de un punto y medio por encima del objetivo fijado por la UE. Esto conlleva que la deuda pública en circulación siga creciendo: a finales de este año, se espera supere el 85% del PIB.

Con todos estos datos que relacionamos, la situación a finales de 2013 será peor que la actual: sobre todo a niveles de desempleo, exclusión social y deuda. Y lo execrable, la no aplicación de políticas macroeconómicas coherentes y adecuadas a nuestra situación, nos lleva a pronosticar que la recuperación no se va a producir ni en 2013, ni en 2014, ni 2015, ni en…

Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.

Francisco de Quevedo