jueves, 6 de junio de 2013

El tsunami de la crisis que viene


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

 
La población general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe

Noam Ckomsky

Lo que está ocurriendo en la Unión Europea es un terrible proceso de quiebra económica facilitado por Alemania y desde luego, maquinado por Estados Unidos y Japón. El sistema financiero internacional empieza a romperse como consecuencia de la crisis de la Unión Europea y las últimas decisiones de estos países lo que tiene que ver, entre otras razones, con la puesta en funcionamiento de la máquina de fabricar billetes sin control y sin economía real que los respalde.

Como hemos señalado en otros post, la crisis capitalista es sobre todo lo demás, consecuencia de la sobre-producción de mercancías y sobre-acumulación de capitales, adobadas con la caída de la tasa de ganancia de los capitalistas. Esto ha llevado al cierre de gran cantidad de instalaciones industriales y por ello, a unos elevadísimos índices de desempleo.

El corolario de la crisis es el estancamiento en Estados Unidos, Europa y Japón y la caída de las tasas de crecimiento de los países emergentes (no les cansaré con los datos que demuestran esta realidad).

FACTORES ENDÓGENOS QUE FOMENTAN LA GRAN CRISIS EN EUROPA

1. Alemania

Su política anti-inflacionista (ajustes y más ajustes, austeridad, contención de la masa monetaria, etc.) facilita la posible quiebra de la Unión Europea. Pero, en el fondo lo que en realidad Alemania hace es intentar recuperar los más de 700.000 millones de euros que la Europa del Sur le adeuda a sus bancos. La banca alemana está presionando de manera sostenida para intentar recuperar esas deudas.

Merkel es el adalid de los banqueros alemanes y no hace más que los bancos necesitan: primero, pone en marcha los rescates (publicitando en los medios de comunicación como si estuviesen dirigidos a salvar países) y segundo, dándole el dinero a los gobiernos de los países rescatados para traspasarlo a sus bancos y de ellos, a los prestarios finales que son los bancos alemanes.