martes, 13 de noviembre de 2012

La dictadura de la deuda


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

¿Pagar la cuenta? ¡Que costumbre tan absurda!

Groucho Marx
 

El precio que tenemos que pagar por el dinero se paga en libertad

Robert  Louis Stevenson


En esta crisis que todo lo envuelve, resplandece con luz propia la formación -sin duda premeditada- de una inmensa deuda, por parte de las entidades financieras privadas. El proceso es siempre el mismo: se aumenta de manera incontrolada la concesión de créditos a particulares y pequeños negocios que, se sabían que eran insolventes, para de este modo, aumentar los niveles de endeudamiento. El capital que se presta, es evidentemente capital ficticio1, porque se crea de la nada (no se corresponde con un aumento adecuado en la economía real) pero la deuda si es real y se utilizará como arma para dominar a la clase trabajadora.
Los bancos son demasiado grandes para que los estados los dejen caer y de este modo fuerzan a los gobiernos a ser rescatados. Esta situación deriva en que los países entreguen su soberanía a cambio de la financiación de una deuda que no es suya.
A continuación, los gobiernos nos cuentan que están intentando combatir la deuda, en realidad, lo que están haciendo es creando más deuda (rescates a  entidades financieras quebradas, inyectando liquidez a bancos y grandes empresas, reducciones fiscales a los grandes patrimonios, permisividad ante el fraude, no cobrando las deudas de los clubes de fútbol, etc.). La nueva deuda aún te someterá más, lo de menos es que tú no seas el culpable ni de la actual ni de las  anteriores deudas, al final la factura irá a la ‘cuenta’ del trabajador. Ellos crean las deudas, nos someten y nosotros se la pagamos sin rechistar.