jueves, 20 de septiembre de 2018

Demografía, Desempleo y Condiciones de Vida en Asturias (2017)

Allí donde domina el derecho a la propiedad, donde todo se mide con dinero, no puede hablarse de equidad y bienestar social.

Tomás Moro

El presente informe, tenemos que situarlo en el mismo contexto en el que presentamos el Análisis económico y financiero de la Administración Autonómica del Principado de Asturias, es decir, pretendemos mostrar que a través del conocimiento exhaustivo de nuestra realidad socioeconómica podremos vislumbrar salidas a la problemática que lastra y condiciona el desarrollo de Asturias.


El informe lo hemos dividido en tres partes, diferenciadas pero ligadas por la situación económica que es el determinante clave:

En la primera parte, analizamos la Demografía y Población, en general, mostramos lo que sucede en todo el período en el que tenemos información estadística. Vemos la evolución de la población, elaboramos las pirámides poblacionales, mostramos el crecimiento vegetativo y el saldo migratorio y a la vez mostramos las previsiones futuras (hasta 2030) de todos estos parámetros. Así mismo, exponemos la población extranjera residente en Asturias, su evolución temporal y su procedencia, a la vez que publicamos el número de asturianos residentes en el extranjero y el movimiento temporal de esas salidas. Por último mostramos una serie de medidas a tomar, tanto desde la Administración Autonómica como la Estatal, referidas al fomento de la natalidad como a la emigración exterior y a la de la propia Comunidad Autónoma.

La segunda parte, indaga en el problema del desempleo desde el punto de vista de la Encuesta de Población activa. Analizamos la población desempleada y su evolución, su nivel de formación y el tiempo de búsqueda de empleo. Luego, la población inactiva, su desarrollo temporal y el tipo de inactividad. A continuación, el conjunto de la población, el nivel de formación y la ocupación en los diferentes sectores productivos. Seguimos con la población ocupada, su nivel de formación, los sectores en los que se ocupa, la cualificación profesional, el tipo de jornada y sector, el tipo de contrato y el número de asalariados y no asalariados. Luego, observamos como han evolucionado cada una de estas opciones en el conjunto de la Encuesta de Población Activa. Posteriormente, vemos las horas trabajadas y las remuneraciones de los asalariados. Así mismo, ponemos de manifiesto los nuevos yacimientos de empleo que genera el paradigma económico en el que estamos inmersos.

La tercera parte, trata sobre las Condiciones de Vida en el Principado de Asturias. En primer lugar, vemos la evolución de la renta real y nominal personal y por unidad de consumo. A continuación, repasamos la desigualdad de rentas. Vemos a través de la Encuesta Continua de Hogares, como se agrupa la población según los tipos de hogares y analizamos también como se sitúan en función del tipo de nacionalidad. Advertimos sobre el tipo de tenencia de la vivienda y su problemática. Miramos las carencias materiales de la población, así como las dificultades que tienen para llegar a fin de mes. Por último, revisamos la evolución del riesgo de pobreza y exclusión social a través del índice AROPE y sus componentes: población bajo el umbral de pobreza, población con carencias materiales severas y población con baja intensidad de trabajo por hogar.


DEMOGRAFÍA Y POBLACIÓN

Es necesario desmontar la sucesión de engaños que pretenden vendernos sobre la supuesta quiebra de las pensiones. Hablar de la quiebra de los gastos sociales tiene un claro sesgo ideológico e intereses evidentes detrás.

Juan A. Gimeno Ullastres

El incremento en la esperanza de vida y, en concreto en Asturias, la baja tasa de natalidad está originando un crecimiento acelerado en el porcentaje de personas mayores, que tiene como consecuencia un aumento del envejecimiento de la población.

El incremento de la esperanza de vida se debe a la mejora en la calidad de vida y fundamentalmente a los avances en la ciencia médica que se han producido en las últimas décadas.  Se están alcanzando edades que eran impensables en épocas anteriores, y ha aumentado significativamente el número de personas octogenarias.

Otro aspecto que debemos considerar, tras analizar los datos, es que el grupo de población de edad media comprendida entre los 15 y los 64 años está disminuyendo. Esto implica la posibilidad de que en el futuro nuestra población pueda contar con una proporción más reducida de personas profesionalmente activas. Este efecto de decrecimiento poblacional es uno de los principales retos que tendremos que afrontar en un futuro a medio-largo plazo, y puede suponer un importante desafío para que las economías europeas lleguen a ser competitivas y continúen desarrollándose en un entorno de crecimiento de la población a nivel global.

Lo principales datos recogidos en la primera parte de este informe, los podemos resumir:

La población del Principado de Asturias que en 1970 era de 1.052.039 personas, creció hasta 1.981 hasta 1.130.500 personas un 7.5%. Es decir, la máxima población alcanzada en el período se da en 1981 y de ahí hasta 2017 (1.027.841) se han perdido 102.841 personas en estos 36 años.

En el período que hemos considerado (2008-2017) fallecen más personas que las que nacen. Así en 2008, nacen 8.332 personas y fallecen 12.741; en 2017, el número de nacimientos cae hasta los 6.013 y sin embargo, fallecen aún más personas 13.153. Por ello, el saldo vegetativo, es negativo y creciente en el tiempo. Por otro lado, la inmigración es mayor que la emigración, es decir hay más llegadas que salidas de población, excepto en los años 2012, 2013 y 2015. Sin embargo, si consideramos el crecimiento vegetativo y el saldo migratorio, el saldo es siempre negativo, excepto en 2008.

La evolución de la población prevista para el período (2016-2030) es descendente, pasando de 1.040.681 a 925.084 habitantes en la Comunidad del Principado de Asturias. Lo cuál implica una caída porcentual del 11.1% de la población para ese período.

La población de Asturias en el extranjero se incrementa desde las 81.377 personas en 2009 (7.6% de la población) a las 131.757 personas en 2017 o el (12.8% del total de la población). El crecimiento de las salidas es constante, aunque parece que a partir de 2015, el ritmo es más lento.

La población de nacionalidad española en Asturias desciende del 98.7% en 2001, al 96.1% en 2017, entretanto la población extranjera pasa del 1.3% en 2001 al 3.9% en 2017. Los grupos poblacionales de extranjeros con más relevancia en Asturias en 2017, son los que proceden de países de la UE (1.7%); los sudamericanos con el 1%; 0.5% los africanos; 0.3% los centroamericanos; 0.2% los del resto de Europa; 0.1% los asiáticos y 0.1% los americanos del norte.

La edad media de la población pasa de: 34.9 años en 1977, a 42 años en 1997 y a 47.5 años en 2017 y la previsión en 2030, será de 51.7 años.

Si analizamos las curvas comparadas de población, vemos que en 1977 hay mucha más población entre los 0 y 34 años (más del doble) que en 2017. En este grupo está concentrado el 52.3% de la población, mientras que en 2017 sólo está el 28% de la población. Por tanto, en 2017, tendremos un 72% de población mayor de 35 años. Lo que explica las diferencias de la media de edad entre ambos períodos.

Como vemos, el futuro que nos aguarda es preocupante: decrecimiento vegetativo (más muertes que nacimientos), envejecimiento (en 43 años casi 17 años de incremento de la media de edad) y pérdida de población (en los próximos 15 años se perderá el 11% de la población). Y, por otro lado, salidas de Asturias de la población mejor formada (muy probablemente lleguemos en 2030 al 15% de la población en el extranjero).

DESEMPLEO Y POBLACIÓN ACTIVA

Estamos siendo afligidos por una nueva enfermedad, de la cual algunos lectores tal vez no han escuchado el nombre, pero de la cual escucharán a gran escala en los años por venir -desempleo tecnológico. 

John Maynard Keynes

La Encuesta de Población Activa, pone de manifiesto que el DESEMPLEO fluctúa en función de las crisis/crecimiento de la economía: la cifra más baja de paro se corresponde con la del 3T de 2007 con 34.200 desempleados; la más alta, se da en el 1T de 2013 con 126.000 parados. Para luego empezar a descender, hasta el 3T de 2017 con 68.600 desempleados, lejos aún de las cifras del 3T de 2007. Tanto para varones como para mujeres, hay un mayor desempleo en los grupos: de 25 a 34 años, luego los de 35 a 44 años y un poco menos a los de 45 a 54 años. Les afecta muy poco la situación económica a los grupos de 20 a 24 años y a los de 55 años o más. Y, prácticamente nada a los de entre 16 y 18 años.

En 2017, el desempleo afecta más a aquellos que han cursado estudios superiores (33% del total); luego, a los que han realizado educación secundaria en una primera etapa (un 31.8%); a los que han realizado estudios de secundaria segunda etapa (15.6%); los que han hecho estudios de FP (9.5%) y a los de educación primaria (8%).

La población de desempleados, en 2017, busca empleo 2 años y más el 44.6%; entre 1 y 2 años, el 12.2%; de 6 meses a 1 año, el 10.7%; de 3 a 6 meses, el 9.7%; de 1 a 3 meses, el 9.8%; menos de un mes el 6.2% y ya han encontrado empleo el 6.7%.

La POBLACIÓN INACTIVA según la EPA, al principio del período era del 50.4% (2002) sobre el total de la población. Al final del período (2017), la población inactiva representa al 43.2% sobre el total de la población. Aumenta la población inactiva en el período por: jubilados (del 35.1% al 43.1%); por incapacidad permanente (del 2.2% al 7.9%) y los de otras condiciones de inactividad (del 2.6% al 2.8%). Disminuyen en el período: labores del hogar (del 29.7% al 21.5%); estudiantes (del 16.3% al 11.6%); percibiendo una pensión distinta a la de jubilación (del 14.1% al 13.1%).

La POBLACIÓN ACTIVA según la EPA, en el período sube desde el 1T de 2002 (406.000 personas o 38.5% de la población) al 3T de 2008 (507.600 o el 47.6%), cae al punto más bajo en el final del período 1T de 2018 (456.500 personas o el 44.9%).

En 2017, la población activa según el nivel de formación está compuesta por personas con: educación superior (47.1%); con primera etapa de educación secundaria (24.1%); segunda etapa de educación secundaria (13.5%); con FP (10.9%); educación primaria (3.8%); primaria incompleta (0.6%) y analfabetos el (0.1%).

En 2017, la población activa estaba distribuida en los siguientes sectores: Servicios (69.9%); Industria (12.9%); parados que buscan su primer empleo (7.8%); Construcción (5.5%); Agricultura (3.9%). Observamos que la población activa en la industria y la construcción han ido disminuyendo de manera relevante.

La POBLACIÓN OCUPADA según la EPA, crece  desde las 368.900 personas (1T 2002) a las 469.000 en (3T 2008), luego, cae a las 363.000 personas en (2T 2013), para de nuevo crecer hasta las 401.400 personas (2T 2017)  y de nuevo caer a 387.900 personas en (1T 2018). La población ocupada de hombres tiene una tendencia descendente a diferencia de los que ocurre con la población ocupada de mujeres que es ascendente.

El nivel de formación que tiene la población ocupada en 2017, es por este orden: educación superior, el 49.5%; primera etapa de secundaria, el 22.8%; segunda etapa de secundaria, el 13.2%; FP, el 11.1%; educación primaria, el 3.0%; primaria incompleta, el 0.4% y analfabetos, el 0.1%.

En 2017, el 75.5% de la población ocupada lo estaba en el sector Servicios; el 14.4% en la Industria; el 5.7% en la Construcción y el 4.4% en la Agricultura. En general, el sector Servicios es un sector en crecimiento en detrimento de la Industria y la Construcción.

La población ocupada que, en el 1T de 2002 tenía jornada completa de trabajo, era del 95.1%, sin embargo, 16 años después (1T 2018), ha caído hasta el 85.4%. En el 1T del 2002, el 80.8% de la población ocupada lo estaba en el sector público, en el 1T de 2018, lo estaba el 81.2%.

En el período ha crecido el número de asalariados desde el 76.2%, al comienzo del mismo, al 80.8% al final. El 70.9% la población asalariada tenía contratos indefinidos en el 1T del 2002; los contratos indefinidos caen hasta el 66.5% en el 4T de 2005, desde aquí crecen hasta el 78.5% hasta el 1T 2012, luego, se van manteniendo constantes, auque con un ligero descenso, hasta el 76.2% en el 1T de 2018. Este crecimiento indica, después de la reforma laboral de Rajoy, que con la caída de las indemnizaciones por despido, es  lo mismo tener un contrato indefinido que uno temporal.

El salario nominal anual, sube de manera constante desde 2002 a 2010, para caer hasta 2013 y luego, comenzar a elevarse hasta 2016, pero sin alcanzar los niveles de 2010. El salario real anual, cae de 2002 a 2005, sube hasta 2009, cae hasta 2013 y luego, se eleva hasta 2016. Estando aún lejos el salario real de 2016 con el de 2009 (un 6.6% más bajo).

Las horas anuales trabajadas por los asalariados caen hasta 2007, remontan a 2009, vuelven a caer hasta 2013, suben en 2014, caen en 2015 y suben en 2016. El menor nivel de horas trabajadas por los asalariados se da en 2013 y el mayor 2002. La pérdida de horas trabajadas en el período, es del 5.2%. La razón es el cambio de jornadas completas a jornadas a tiempo parcial.

El crecimiento de las horas trabajadas por los no asalariados es constante y su jornada anual es, para 2016, de 474.4 horas anuales más que para los asalariados. Es decir, los no asalariados hacen una jornada un 28.8% más larga. El crecimiento de la jornada en el período es del 3.5%. Este crecimiento nos indica que muchos autónomos han estado sustituyendo empleo asalariado por un incremento de su propia jornada laboral. La caída del número de empleos no asalariados pone de manifiesto la pérdida de pequeñas y medianas empresas (autónomos) en el Principado de Asturias.

CONDICIONES DE VIDA

Recomendar sobriedad al pobre es grotesco e insultante a la vez. Es como decir que coma poco al que se muere de hambre.

Oscar Wilde

La pobreza es un fenómeno que está estrechamente ligado con el desarrollo económico de un país. Sin embargo, un nivel alto de bienestar social no se alcanza únicamente con tasas elevadas de crecimiento económico, sino que debe buscarse que la pobreza afecte lo menos posible a los individuos que conforman la sociedad.

En este sentido, uno de los factores que pueden influir en el grado de pobreza de las personas son las situaciones de pobreza vividas en la adolescencia, en la medida en que éstas reducen las posibilidades de recibir una educación adecuada, y de adquirir y desarrollar sus capacidades. De esta forma, la pobreza sufrida en esa etapa influye negativamente en el futuro económico del adolescente.

La transmisión intergeneracional de la pobreza disminuye el nivel de igualdad de oportunidades del que gozan los individuos. En el caso extremo de una sociedad en la que nacer en un hogar pobre condene al individuo a ser pobre de por vida, se estaría ante una situación gravísima, los pobres no tendrían ninguna posibilidad ni esperanza de salir de la pobreza, ni ningún incentivo para esforzarse y mejorar, lo que además de que ser sumamente injusto podría producir graves conflictos sociales. Obviamente la situación en los países de la Unión Europea no es tan extrema, pero todavía se está lejos de asegurar un nivel aceptable de igualdad de oportunidades en muchos países. Por tanto, dados los objetivos de la Unión Europea sobre la reducción de la pobreza la lucha contra su transmisión también resulta prioritaria.

Consecuentemente, para toda sociedad que desee mejorar las condiciones de vida de su población y aumentar el nivel de cohesión social, el análisis de la transmisión de la pobreza entre generaciones resulta tan importante como el estudio de la pobreza desde un punto de vista estático. Así, en una sociedad con esos objetivos es esencial la realización de estudios sobre la influencia que ejerce el ambiente socioeconómico en el que se forma una persona en su desarrollo posterior y en los que se cuantifique el impacto producido sobre sus futuras condiciones de vida.

Transmisión intergeneracional de la pobreza. Instituto Nacional de Estadística

La RENTA REAL por unidad de consumo (con alquiler imputado) alcanza su mayor nivel en 2009 (22.719€), cae hasta 2013 (17.978€) y crece hasta 2017 (20.162€). Es decir, entre el máximo nivel y el actual, hay una caída de la renta real por unidad de consumo del 11.3%. Entretanto, la renta real por persona (con alquiler imputado) alcanza su mayor nivel en 2009 (15.565€), cae hasta 2013 (12.673€) y crece hasta 2017 (13.909€). Es decir, entre el máximo nivel y el actual, hay una caída de la renta real por persona del 8.9%. La renta real por hogar, alcanza su máximo nivel en 2009 (38.057€), cae hasta 2013 (29.057€) y luego, crece hasta 2017 (31.189€). Es decir, entre el máximo nivel y el actual hay una caída de la renta real por hogar del 18.1%.

La DESIGUALDAD es mayor a nivel nacional que en el Principado de Asturias. Así, en 2017, a nivel nacional, el número de veces que los ingresos del 20% que más ingresa, multiplican al 20% que menos ingresa es 6.6 veces. Para Asturias, es de 5.1 veces. La tendencia a la desigualdad s80/s20 es cada vez mayor, tanto a nivel nacional como a nivel de Asturias. En el caso de Asturias, se pasa del 4.9 al 5.1, lo que supone un aumento del 4%.

En 2017, el 95.3% eran HOGARES exclusivamente españoles; el 2.8% eran hogares mixtos (españoles y extranjeros); el 1.7%, hogares exclusivamente extranjeros de la misma nacionalidad y el 0.2%, eran hogares exclusivamente de extranjeros con personas de diferente nacionalidad. El número de personas que viven por hogar en Asturias era de 2.3 en 2013 y, en 2017, eran 2.26 por hogar, lo que supone un descenso permanente.

La TASA DE POBREZA crece tanto a nivel nacional como a nivel del Principado de Asturias. La tasa de pobreza a nivel nacional pasa del 17.1% en 2008, al 19.7% en 2017, es decir, se ha elevado en un 15.2%. En Asturias, ha pasado del 10.4% al 12.3%, lo que significa que se ha elevado el 18.3%. Lo que se observa en ambos casos, el nacional y en el del Principado de Asturias es la tendencia a elevarse de la tasa de pobreza con el tiempo. Sin embargo, la tendencia a crecer de la tasa de pobreza es mayor en el caso de Asturias (la pendiente es mayor en la tendencia de la curva de Asturias).

Las CARENCIAS en al menos dos de los siete conceptos, está muy igualadas a nivel nacional y en Asturias, el 29.7% y el 29.5% respectivamente. La tendencia, sin embargo, en Asturias es a crecer y a nivel nacional a decrecer. En al menos tres conceptos, en Asturias es del 16% de las personas y, a nivel nacional, el 12.8%. La tendencia en Asturias es a crecer, en tanto que, a nivel nacional, decrece. Las carencias en al menos cuatro conceptos: en Asturias el 3.5% de personas y en el conjunto nacional es del 5.1%. En el Principado y a nivel nacional, la tendencia aparente es a crecer. A nivel nacional el número de personas con dificultades para llegar a fin de mes es del 53.3% y en Asturias del 45.9%, cifras muy elevadas.
El indicador AROPE (mide el porcentaje de población que esta en riesgo de pobreza y/o exclusión social), pone de manifiesto que la situación es peor a nivel nacional que en Asturias. En 2017, en España es del 26.6% y en Asturias del 17.2%.  Es decir, en Asturias hay 177.000 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social. En todo caso, parece que a partir de 2014, la tendencia es a descender en ambos ámbitos territoriales. Los componentes del indicador Arope, se comportan así:

En riesgo de pobreza (ingresos por unidad de consumo por debajo del 60% de la renta mediana disponible equivalente), a nivel nacional la tasa es del 21.6%, en Asturias es del 12.6%.

En 2017, la carencia material severa era en España del 5.1% y en Asturias era del 3.5%.

Las personas que viven en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial de trabajo. Desde 2013, la situación se equilibra entre España y Asturias. A partir de 2014, comienza a descender el número de las personas que están en esta situación. En 2017, en España era del 12.8% y en Asturias del 11.5%.

POSDATA.-

La situación económica determina, en primer lugar el bajo nivel de natalidad y el envejecimiento de la población. Es el detonante, por otro lado, de la caída del empleo y de la calidad del mismo. Así mismo, la caída de la renta, la desigualdad y la pobreza son factores ligados directamente a las crisis económicas.

Así pues, ¿podemos esperar con el crecimiento económico desterrar esas infamias? Es muy poco probable, dado que la tendencia de todos los sectores de la economía es a ocupar menos trabajadores. La tecnificación, la automatización y la robótica, nos situarán en un contexto en el que en 2050 sólo se necesitará la mitad del trabajo actual, esto es lo que afirman los expertos en organización del trabajo.
El último informe de la consultora PwC destaca que la robotización del trabajo impactará en uno de cada tres empleos a partir del año 2030. Esta automatización del mercado laboral español alcanzará su oleada a partir de 2030, cuando el 34% de los empleos se verá afectado por la automatización tanto de tareas rutinarias como de destrezas manuales y la resolución de situaciones y problemas en tiempo real.
Los sectores que potencialmente se verán más afectados por la automatización serán el transporte y la logística y la industria, que podrían perder el 52% y el 45% de los puestos de trabajo, respectivamente, en el escenario más avanzado. Para los sectores de alimentación y distribución las previsiones son más moderadas (34%), mientras que el de educación será el que menos se vea afectado por la robotización, con solo el 8% de los empleos en riesgo. La automatización, la robotización, va a un ritmo tan acelerado que no va a permitir formar a los trabajadores para asumirla. Muchos de estos trabajadores se van a ver expulsados del mercado laboral.
Y en este contexto ¿qué harán nuestros políticos? Seguramente nada, o en todo caso, posicionarse adecuadamente en sus respectivos partidos para salir en la foto y aspirar a representar al pueblo pero, eso sí, sin el pueblo y sus problemas.
Y, entretanto, me pregunto: ¿Qué hay del trabajo garantizado y/o de la Renta Básica Universal? ¿Están en el basurero de la historia reciente?

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