viernes, 20 de septiembre de 2013

Eléctricas: La estafa sistemática (1 de 3)


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

Este post, recoge en primer lugar, los diferentes aspectos que constituyen la estafa que vienen perpetrando, con alevosía y sin nocturnidad (lo hacen a plena luz del día), las compañías eléctricas con la connivencia de los poderes públicos tanto del PSOE como del PP. En el primero de los post, pondremos de manifiesto los diferentes aspectos y modalidades de la estafa. En la segunda parte, continuaremos con otras trazas del fraude y sobretodo, presentaremos en que consiste el déficit de tarifa. Por último, veremos algunos datos que ponen de manifiesto que en España tenemos el kilovatio más caro de toda la UE y concluiremos este último post, con la reforma del Gobierno recientemente promulgada que lejos de contener el fraude, lo que hace es consolidarlo de manera definitiva.

Las últimas reformas del sistema eléctrico español se han centrado, sobremanera, en el denominado ‘déficit de tarifa’ (diferencia entre lo que paga el consumidor por el servicio eléctrico y los costes que la administración reconoce a las empresas eléctricas para facilitar ese servicio). En definitiva, el Estado se muestra de acuerdo en que los costes regulados de la energía son menores a los costes reales de producirla. Esta situación, ha ido generando una deuda del Estado y/o consumidores con las empresas del sector que se ha ido acumulando de forma paulatina al correr de los años. Veremos que el ‘déficit de tarifa’ sólo es la parte visible de la estafa: subastas, costes engordados artificialmente, subvenciones, contadores eléctricos, etc., son los otros pilares de un fraude a los consumidores sin precedentes en la historia de la democracia española. Los actores de esta película: empresas eléctricas, gobiernos de turno, medios de comunicación…, y los consumidores, los que como siempre, pagan la ‘función’.


PRIMERA PARTE DE LA ESTAFA

1.      El recibo de la luz y la subasta eléctrica.

La mayor parte de los consumidores españoles están acogidos a lo que se denomina Tarifa del último Recurso (TUR) (válido para una potencia contratada menor de 10 kW) en esta tarifa están incluidos casi 22 millones de consumidores. El ‘precio de la luz’ tiene dos componentes: uno, los costes variables y otro, los costes regulados. Ambos costes tienen, aproximadamente, la misma cuantía. Veamos la composición de los mismos:

·         Costes variables: Precio de los combustibles y otros gastos generales de la producción de electricidad.

·         Costes regulados: Primas a renovables; centrales de cogeneración y quema de residuos; gastos de transporte y distribución; sobrecostes derivados del sistema en Baleares y Canarias; anualidades del déficit de tarifa; subvenciones al carbón español; y costes de la garantía de suministros de las centrales térmicas (por horas en que no funcionan).

El coste de la energía que, supone el 50% del TUR, se determina en una subasta trimestral en la que participan productores y comercializadores de energía eléctrica. La cantidad de electricidad que se subasta, la fija la Secretaría de Estado de la Energía.

La subasta eléctrica es el escenario en el que se cocina la estafa, las empresas productoras de electricidad tienen filiales comercializadoras, siendo estas últimas las que acuden a la subasta y comercializan el producto. Las grandes empresas productoras controlan el 80% del mercado de la producción y el 90% de la comercialización. Las empresas que, citaremos a continuación, constituyen un oligopolio con capacidad de modificar cantidades y precios a su antojo:

EMPRESAS PRODUCTORAS
EMPRESAS COMERCIALIZADORAS
Iberdrola Generación, S.A
Iberdrola Comercialización de Último Recurso, S.A.U.
Endesa Generación S.A.
Endesa Energía XXI, S.L.
Unión Fenosa generación, S.A.
Unión Fenosa Metra, S.L.
E.on Generación, S.L.
E.ON Comercializadora de Último Recurso, S.L
Hidroeléctrica del Cantábrico, S.A.
Hidrocantábrico Energía Último Recurso S.A.U.

 

 
 
 
 
 
Por si fuera poco lo anterior, el precio que se asigna al megavatio/hora es el de la fuente de energía que más cara entre en la puja. En vez de pagar en función del coste ponderado en base a la procedencia de la electricidad (nuclear, hidroeléctrica, etc.) se paga toda la energía al precio de la más cara. Este precio suele coincidir con la que se produce quemando petróleo o carbón. ¿Serán cómplices necesarios los sindicatos CC OO y UGT para continuar produciendo electricidad en centrales que usan carbón?

2.      Funcionamiento de las subastas eléctricas en el mercado diario

La subasta eléctrica determinará cuál va a ser la demanda horaria de energía así como el precio que se pagará por ella.

Cada hora, las empresas productoras pujan por sus centrales ofreciendo la energía que producen a un determinado precio. Para empezar los productores de energía nuclear y la del carbón y también las renovables entran al 100% (se supone que estos no pueden hacer paralizaciones más allá de la técnicas), es decir, toda la energía que producen entra para cubrir los cupos marcados. El precio que solicitan es próximo a 0€. A continuación pujan los productores de energía de origen hidroeléctrico, pudiendo entrar todos los embalses o no, según decidan ellos, solicitando precios relativamente bajos (entre 20 y 30€ el megavatio/hora). Posteriormente entran los productores de centrales de ciclo combinado (gas) que generalmente elevan el precio entre los 50 y los 70€.

Sumando la energía que aportan nuclear, carbón, la de las renovables (predicción) y la de origen hidroeléctrico es cuando empieza a entrar la del ciclo combinado hasta alcanzar el total de la demanda fijada por la Secretaría de Estado de la Energía.

Una vez alcanzada esas cantidades, se para la puja y se tiene en cuenta el precio del último que ha pujado (el de las centrales de ciclo combinado) que habrá sido entre 50 y 70€ y este será el precio al que vendan todos los productores, sea cuál sea la forma de producir la energía eléctrica.

Además, de ese precio fijado para todos, las renovables percibirán una prima o tarifa fija que está en función del total de la energía que han aportado.

SEGUNDA PARTE DE LA ESTAFA

3.      El coste de producir la energía eléctrica en España.

Los costes variables en euros que según ENDESA tienen las empresas productoras en 2011, son los siguientes para  el megavatio/hora:

COSTES / TIPO DE CENTRAL
Nuclear
Hidroeléctrica
Carbón importado
Ciclo combinado de gas
Costes marginales
14
3
48
54
Costes fijos
16
12
12
18
Total costes no financieros
30
15
60
72
Amortización y retribución
34
49
25
30
Total
64
64
85
102

 

 
 
 
 
 
 
 
El precio medio que se fijó en subasta en 2011 fue de 50€ el megavatio/hora que es la cuantía que percibieron en esa fecha los productores. Si comparamos este precio, con cada uno de los totales de la tabla, vemos que todos ellos están perdiendo dinero, sea cuál sea el método que usen para producir electricidad, ¡pobrecitos!

Admitiendo que fuesen reales los costes marginales y fijos (lo cuál es mucho creer), tenemos que hacer varias excepciones a los costes financieros que derivan de determinadas instalaciones:

·         Centrales nucleares

El período medio de amortización de una central nuclear oscila entre los 25 y los 30 años. Las centrales nucleares en España tienen una antigüedad que va de los 43 años de la central de Zorita y los 25 de Trillo. Es decir, que están todas más que amortizadas. Por tanto, los 34€ que dice ENDESA que cuesta la amortización de las nucleares es falso. El coste para el megavatio/hora de las nucleares sería de 30€, lo cual implica que si se les pagó 50€ a sus propietarios, han ganado 20€ por megavatio y no perdido 14€, como hacían suponer los costes presentados por ENDESA. La energía nuclear aporta el 20% del total de la electricidad producida en España.

·         Centrales hidroeléctricas

La potencia hidraúlica instalada en el año 2008 era de 19.015 MW de los cuales, 11.247 MW los producían las centrales (40 en total) de más de 100 MW, lo que supone el 60% del total. Estas centrales tienen una antigüedad media de 51 años, teniendo las más alejada en el tiempo 103 años y la más cercana 25. ¿Están estas centrales aún en período de amortización? La realidad es que este tipo de centrales tienen un período de amortización de 30 años y por tanto, este período está más que acabado. Por ello, los 49€ que según ENDESA es la amortización de estas centrales es notoriamente falso. El coste para el megavatio/hora de las centrales hidráulicas sería de 15€, si se les pagaron 50€, quiere decir que sus propietarios han ganado 35€ por megavatio/hora y no perdido 14€. La energía hidroeléctrica aporta un 10% del total de la energía.

Por lo que hemos visto hasta ahora, el 30% de la energía producida en España (20% de las nucleares más el 10% de las eléctricas) es muy rentable. Por otro lado, las de ciclo combinado es más que dudoso que pierdan tanto como indican los precios de ENDESA. En general, creemos que  las eléctricas consiguen precios muy por encima de los costes reales de producción y en este sentido, la Administración al regular los precios, contrae una deuda (déficit de tarifa) enorme, con las empresas productoras de energía que, como parece obvio, no debiera ser tan abultada, como luego veremos.

Es necesario hacer constar, que la totalidad de la construcción de las centrales de ciclo combinado de gas y las de carbón ha sido subvencionada, hasta con un 50% de su valor, por el Estado. Entonces, ¿por qué vuelven a cobrarnos por este concepto las empresas eléctricas? ¿puede ENDESA con criterio, contarnos la milonga de los costes de amortización que figuran en el cuadro anterior? En fin…

Para una mejor visión de esta segunda parte de la estafa ver:


TERCERA PARTE DE LA ESTAFA

4.      Las subvenciones a las empresas eléctricas. Conceptos y cantidades

El Gobierno este y el anterior (nos referiremos a los últimos cinco años) ha dedicado importantes cantidades de dinero público para subvencionar y financiar a las empresas eléctricas españolas por diferentes conceptos  que a continuación citaremos:

·         Se han empleado más de 2.400 millones de euros a subvencionar a las centrales de gas natural no por generar energía sino por estar disponibles para producir en caso de ser necesario, es lo que se llama en el argot: pagos por capacidad.

·         Otros 5.000 millones de euros se han dedicado a subvencionar la construcción y puesta en funcionamiento de centrales de cogeneración con carbón, fuel-oil y gas.

·         Se han financiado los sobrecostes de ‘llevar’ electricidad a las Islas Baleares y Canarias, Ceuta y Melilla con la cantidad de 7.000 millones de euros.

·         A las grandes empresas que producen aluminio, acero, cinc, etc. que, en la composición de sus costes, el consumo eléctrico supone entre el 40 y el 50% del total, se les puede pedir en determinados momentos que paren su consumo debido a problemas en el sistema. Esa disposición a interrumpir, tiene un coste que se materializa en unos 2.000 millones de euros, en este último quinquenio, pagados a multinacionales como Arcelor, por ejemplo.

·         Cuando entró en vigor la liberalización del sector eléctrico los costes de inversión que habían realizado las eléctricas no habían sido pagados en su totalidad por el Estado (¿?). El objetivo de este pago (coste de transición a la competencia) era garantizar a las empresas productoras la recuperación de la inversión, ahora que la nueva situación de competencia en el mercado de la electricidad, no garantizaba que dichas centrales vendieran toda su producción de energía, como si ocurría en el contexto anterior. Las empresas eléctricas, recibieron la diferencia entre el precio de mercado y el de referencia. Se estableció un límite de dinero a percibir, unos 8.400 millones de euros, sin embargo, las cantidades abonadas son superiores a los 10.000 millones de euros.

·         El Estado impone una serie de tasas para la gestión de los residuos nucleares que, evidentemente, pagan los consumidores. Las cantidades devengadas están diluidas en una serie de conceptos muy poco claros. Decir que en 2006, esta cantidad era de unos 1800 millones de euros y que será superior a los 13.000 millones de euros a finales de 2012.

5.      ¿Todas las ayudas y subvenciones están justificadas? ¿son necesarias?

Red Eléctrica de España fija que para garantizar el servicio eléctrico en España tiene que haber, por lo menos, un 10% más de capacidad para generar energía eléctrica que la que exija la demanda en cada momento. Esta disponibilidad la establecen las centrales de gas. La pregunta relevante sería: ¿hay suficientes centrales de gas en España para asegurar ese 10%? En los últimos años los sucesivos Gobiernos han subvencionado la construcción de centrales de gas y evidentemente, las empresas han construido gran cantidad de este tipo de centrales. A partir del año 2009, la capacidad de cobertura en España supera el 30%, a pesar de lo cual se siguen subvencionando estas centrales con hasta el 50% del coste de su construcción, ¡las empresas (las 5) están encantadas con el Gobierno! ¿Será acaso que son ellas las que mandan en el sector? Saque Vd. sus propias conclusiones.

¿Por qué se subvenciona la producción de electricidad en las islas, Ceuta y Melilla vía tarifa? Es absurdo, no tanto el ayudar a pagar solidariamente ese coste, sino que se cargue por igual a todos los consumidores. Lo correcto sería financiarlo por vía de los presupuestos generales del Estado. Por otro lado, la energía que se produce en estos territorios se consigue mediante su producción en centrales de fuel-oil y gas. ¿No sería más correcto financiar la instalación de renovables, para así a medio plazo, conseguir que sean independientes energéticamente?

La posibilidad de parada de las grandes empresas consumidoras de electricidad, ante los posibles cortes de suministro eléctrico, suponen fuertes compensaciones por la disponibilidad, no por el hecho de que se hayan producido cortes en el suministro eléctrico. Hay que constatar que, a partir del año 2008, no se han producido cortes en el servicio dado el exceso de potencia disponible que posee el país, por tanto, la pregunta es: ¿por qué se sigue subvencionando a las empresas por este concepto?

En apartados anteriores demostramos que tanto las centrales nucleares como las hidroeléctricas están más que amortizadas y por si fuera poco, la mayor parte de la construcción de las nuevas centrales de carbón o gas, se subvencionaron con dinero público. Seguimos, pues, pagando por algo que ya pagamos una vez, amortización que nos incluyen de nuevo en el precio final de la electricidad, es decir, pagamos dos veces por el mismo concepto. Desde 1977 no se ha vuelto a construir ninguna central nuclear y tampoco desde 1988, ninguna gran presa, la última la de La Muela.

Respecto de la gestión de los residuos nucleares, es patético, la pagamos los contribuyentes hasta ahora. Las pólizas de seguro que tienen las nucleares para protegerse de posibles daños, las subvenciona el Estado y para más ‘cachondeo’ los seguros contratados por ellas tienen un límite de 700 millones de euros, así que si se produce una catástrofe, la diferencia entre los 700 millones y el total de los daños causados los pagaría el Gobierno.

Hace un mes se presentó en el Parlamento (por parte de Izquierda Plural) una proposición no de Ley que pretendía realizar una auditoría para determinar cuál es el precio de cada tipo de energía y dónde se podría ahorrar. El resultado de la votación era el esperable: trescientos diputados (del total de trescientos cincuenta) frenaron esta iniciativa, de los partidos mayoritarios el PP votó en contra y el PSOE se abstuvo…

Fin de la primera parte

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