Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)
Este
post, recoge en primer lugar, los diferentes aspectos que constituyen la estafa
que vienen perpetrando, con alevosía y sin nocturnidad (lo hacen a plena luz
del día), las compañías eléctricas con la connivencia de los poderes públicos tanto
del PSOE como del PP. En el primero de los post, pondremos de manifiesto los
diferentes aspectos y modalidades de la estafa. En la segunda parte,
continuaremos con otras trazas del fraude y sobretodo, presentaremos en que
consiste el déficit de tarifa. Por último, veremos algunos datos que ponen de
manifiesto que en España tenemos el kilovatio más caro de toda la UE y
concluiremos este último post, con la reforma del Gobierno recientemente
promulgada que lejos de contener el fraude, lo que hace es consolidarlo de
manera definitiva.
Las
últimas reformas del sistema eléctrico español se han centrado, sobremanera, en
el denominado ‘déficit de tarifa’ (diferencia entre lo que paga el consumidor
por el servicio eléctrico y los costes que la administración reconoce a las
empresas eléctricas para facilitar ese servicio). En definitiva, el Estado se
muestra de acuerdo en que los costes regulados de la energía son menores a los
costes reales de producirla. Esta situación, ha ido generando una deuda del
Estado y/o consumidores con las empresas del sector que se ha ido acumulando de
forma paulatina al correr de los años. Veremos que el ‘déficit de tarifa’ sólo
es la parte visible de la estafa: subastas, costes engordados artificialmente,
subvenciones, contadores eléctricos, etc., son los otros pilares de un fraude a
los consumidores sin precedentes en la historia de la democracia española. Los
actores de esta película: empresas eléctricas, gobiernos de turno, medios de
comunicación…, y los consumidores, los que como siempre, pagan la ‘función’.
PRIMERA PARTE DE
LA ESTAFA
1.
El recibo de la
luz y la subasta eléctrica.
La mayor parte de los consumidores españoles están acogidos a lo que
se denomina Tarifa del último Recurso (TUR) (válido para una potencia
contratada menor de 10 kW) en esta tarifa están incluidos casi 22 millones de
consumidores. El ‘precio de la luz’ tiene dos componentes: uno, los costes
variables y otro, los costes regulados. Ambos costes tienen, aproximadamente,
la misma cuantía. Veamos la composición de los mismos:
·
Costes variables: Precio de los
combustibles y otros gastos generales
de la producción de electricidad.
·
Costes regulados: Primas a
renovables; centrales de cogeneración y quema de residuos; gastos de transporte
y distribución; sobrecostes derivados del sistema en Baleares y Canarias; anualidades
del déficit de tarifa; subvenciones al carbón español; y costes de la garantía de
suministros de las centrales térmicas (por horas en que no funcionan).
El coste de la energía que, supone el 50% del TUR, se determina en una
subasta trimestral en la que participan productores y comercializadores de
energía eléctrica. La cantidad de electricidad que se subasta, la fija la
Secretaría de Estado de la Energía.
La subasta eléctrica es el escenario en el que se cocina la estafa, las
empresas productoras de electricidad tienen filiales comercializadoras, siendo
estas últimas las que acuden a la subasta y comercializan el producto. Las
grandes empresas productoras controlan el 80% del mercado de la producción y el
90% de la comercialización. Las empresas que, citaremos a continuación,
constituyen un oligopolio con capacidad de modificar cantidades y precios a su
antojo:
EMPRESAS PRODUCTORAS
|
EMPRESAS COMERCIALIZADORAS
|
Iberdrola
Generación, S.A
|
Iberdrola Comercialización de Último Recurso, S.A.U.
|
Endesa
Generación S.A.
|
Endesa
Energía XXI, S.L.
|
Unión
Fenosa generación, S.A.
|
Unión
Fenosa Metra, S.L.
|
E.on
Generación, S.L.
|
E.ON
Comercializadora de Último Recurso, S.L
|
Hidroeléctrica
del Cantábrico, S.A.
|
Hidrocantábrico
Energía Último Recurso S.A.U.
|
Por si fuera poco lo anterior, el precio que se asigna al
megavatio/hora es el de la fuente de energía que más cara entre en la puja. En
vez de pagar en función del coste ponderado en base a la procedencia de la
electricidad (nuclear, hidroeléctrica, etc.) se paga toda la energía al precio
de la más cara. Este precio suele coincidir con la que se produce quemando
petróleo o carbón. ¿Serán cómplices necesarios los sindicatos CC OO y UGT para
continuar produciendo electricidad en centrales que usan carbón?
2. Funcionamiento de las subastas eléctricas en el mercado diario
La subasta eléctrica
determinará cuál va a ser la demanda horaria de energía así como el precio que
se pagará por ella.
Cada hora, las empresas
productoras pujan por sus centrales ofreciendo la energía que producen a un
determinado precio. Para empezar los productores de energía nuclear y la del
carbón y también las renovables entran al 100% (se supone que estos no pueden
hacer paralizaciones más allá de la técnicas), es decir, toda la energía que
producen entra para cubrir los cupos marcados. El precio que solicitan es
próximo a 0€. A continuación pujan los productores de energía de origen
hidroeléctrico, pudiendo entrar todos los embalses o no, según decidan ellos, solicitando
precios relativamente bajos (entre 20 y 30€ el megavatio/hora). Posteriormente
entran los productores de centrales de ciclo combinado (gas) que generalmente elevan
el precio entre los 50 y los 70€.
Sumando la energía que
aportan nuclear, carbón, la de las renovables (predicción) y la de origen
hidroeléctrico es cuando empieza a entrar la del ciclo combinado hasta alcanzar
el total de la demanda fijada por la Secretaría de Estado de la Energía.
Una vez alcanzada esas
cantidades, se para la puja y se tiene en cuenta el precio del último que ha
pujado (el de las centrales de ciclo combinado) que habrá sido entre 50 y 70€ y
este será el precio al que vendan todos los productores, sea cuál sea la forma
de producir la energía eléctrica.
Además, de ese precio
fijado para todos, las renovables percibirán una prima o tarifa fija que está
en función del total de la energía que han aportado.
SEGUNDA PARTE DE
LA ESTAFA
3.
El coste de
producir la energía eléctrica en España.
Los costes variables en euros que según ENDESA tienen las empresas
productoras en 2011, son los siguientes para
el megavatio/hora:
COSTES / TIPO DE CENTRAL
|
Nuclear
|
Hidroeléctrica
|
Carbón importado
|
Ciclo combinado de gas
|
Costes marginales
|
14
|
3
|
48
|
54
|
Costes fijos
|
16
|
12
|
12
|
18
|
Total costes no
financieros
|
30
|
15
|
60
|
72
|
Amortización y retribución
|
34
|
49
|
25
|
30
|
Total
|
64
|
64
|
85
|
102
|
El precio medio que se fijó en subasta en 2011 fue de 50€ el
megavatio/hora que es la cuantía que percibieron en esa fecha los productores. Si
comparamos este precio, con cada uno de los totales de la tabla, vemos que todos
ellos están perdiendo dinero, sea cuál sea el método que usen para producir
electricidad, ¡pobrecitos!
Admitiendo que fuesen reales los costes marginales y fijos (lo cuál es
mucho creer), tenemos que hacer varias excepciones a los costes financieros que
derivan de determinadas instalaciones:
·
Centrales
nucleares
El período medio de amortización de una central
nuclear oscila entre los 25 y los 30 años. Las centrales nucleares en España
tienen una antigüedad que va de los 43 años de la central de Zorita y los 25 de
Trillo. Es decir, que están todas más que amortizadas. Por tanto, los 34€ que
dice ENDESA que cuesta la amortización de las nucleares es falso. El coste para
el megavatio/hora de las nucleares sería de 30€, lo cual implica que si se les
pagó 50€ a sus propietarios, han ganado 20€ por megavatio y no perdido 14€,
como hacían suponer los costes presentados por ENDESA. La energía nuclear
aporta el 20% del total de la electricidad producida en España.
·
Centrales hidroeléctricas
La potencia hidraúlica instalada en el año 2008 era
de 19.015 MW de los cuales, 11.247 MW los producían las centrales (40 en total)
de más de 100 MW, lo que supone el 60% del total. Estas centrales tienen una
antigüedad media de 51 años, teniendo las más alejada en el tiempo 103 años y
la más cercana 25. ¿Están estas centrales aún en período de amortización? La
realidad es que este tipo de centrales tienen un período de amortización de 30
años y por tanto, este período está más que acabado. Por ello, los 49€ que
según ENDESA es la amortización de estas centrales es notoriamente falso. El
coste para el megavatio/hora de las centrales hidráulicas sería de 15€, si se
les pagaron 50€, quiere decir que sus propietarios han ganado 35€ por
megavatio/hora y no perdido 14€. La energía hidroeléctrica aporta un 10% del
total de la energía.
Por lo que hemos visto hasta ahora, el 30% de la energía producida en
España (20% de las nucleares más el 10% de las eléctricas) es muy rentable. Por
otro lado, las de ciclo combinado es más que dudoso que pierdan tanto como
indican los precios de ENDESA. En general, creemos que las eléctricas consiguen precios muy por encima
de los costes reales de producción y en este sentido, la Administración al
regular los precios, contrae una deuda (déficit de tarifa) enorme, con las
empresas productoras de energía que, como parece obvio, no debiera ser tan
abultada, como luego veremos.
Es necesario hacer constar, que la totalidad de la construcción de las
centrales de ciclo combinado de gas y las de carbón ha sido subvencionada,
hasta con un 50% de su valor, por el Estado. Entonces, ¿por qué vuelven a
cobrarnos por este concepto las empresas eléctricas? ¿puede ENDESA con
criterio, contarnos la milonga de los costes de amortización que figuran en el
cuadro anterior? En fin…
Para una mejor visión de esta segunda parte de la estafa ver:
TERCERA PARTE DE
LA ESTAFA
4.
Las subvenciones a
las empresas eléctricas. Conceptos y cantidades
El Gobierno este y el anterior (nos referiremos a los últimos cinco
años) ha dedicado importantes cantidades de dinero público para subvencionar y
financiar a las empresas eléctricas españolas por diferentes conceptos que a continuación citaremos:
·
Se han empleado más de 2.400 millones de euros a
subvencionar a las centrales de gas natural no por generar energía sino por
estar disponibles para producir en caso de ser necesario, es lo que se llama en
el argot: pagos por capacidad.
·
Otros 5.000 millones de euros se han dedicado a
subvencionar la construcción y puesta en funcionamiento de centrales de
cogeneración con carbón, fuel-oil y gas.
·
Se han financiado los sobrecostes de ‘llevar’ electricidad
a las Islas Baleares y Canarias, Ceuta y Melilla con la cantidad de 7.000
millones de euros.
·
A las grandes empresas que producen aluminio, acero, cinc,
etc. que, en la composición de sus costes, el consumo eléctrico supone entre el
40 y el 50% del total, se les puede pedir en determinados momentos que paren su
consumo debido a problemas en el sistema. Esa disposición a interrumpir, tiene
un coste que se materializa en unos 2.000 millones de euros, en este último
quinquenio, pagados a multinacionales como Arcelor, por ejemplo.
·
Cuando entró en vigor la liberalización del sector
eléctrico los costes de inversión que habían realizado las eléctricas no habían
sido pagados en su totalidad por el Estado (¿?). El objetivo de este pago (coste de transición a la competencia)
era garantizar a las empresas productoras la recuperación de la inversión,
ahora que la nueva situación de competencia en el mercado de la electricidad,
no garantizaba que dichas centrales vendieran toda su producción de energía, como
si ocurría en el contexto anterior. Las empresas eléctricas, recibieron la
diferencia entre el precio de mercado y el de referencia. Se estableció un
límite de dinero a percibir, unos 8.400 millones de euros, sin embargo, las
cantidades abonadas son superiores a los 10.000 millones de euros.
·
El Estado impone una serie de tasas para la gestión de los
residuos nucleares que, evidentemente, pagan los consumidores. Las cantidades
devengadas están diluidas en una serie de conceptos muy poco claros. Decir que
en 2006, esta cantidad era de unos 1800 millones de euros y que será superior a
los 13.000 millones de euros a finales de 2012.
5.
¿Todas las ayudas y subvenciones están justificadas? ¿son necesarias?
Red
Eléctrica de España fija que para garantizar el servicio eléctrico en España
tiene que haber, por lo menos, un 10% más de capacidad para generar energía
eléctrica que la que exija la demanda en cada momento. Esta disponibilidad la
establecen las centrales de gas. La pregunta relevante sería: ¿hay suficientes
centrales de gas en España para asegurar ese 10%? En los últimos años los
sucesivos Gobiernos han subvencionado la construcción de centrales de gas y
evidentemente, las empresas han construido gran cantidad de este tipo de
centrales. A partir del año 2009, la capacidad de cobertura en España supera el
30%, a pesar de lo cual se siguen subvencionando estas centrales con hasta el
50% del coste de su construcción, ¡las empresas (las 5) están encantadas con el
Gobierno! ¿Será acaso que son ellas las que mandan en el sector? Saque Vd. sus
propias conclusiones.
¿Por qué
se subvenciona la producción de electricidad en las islas, Ceuta y Melilla vía
tarifa? Es absurdo, no tanto el ayudar a pagar solidariamente ese coste, sino
que se cargue por igual a todos los consumidores. Lo correcto sería financiarlo
por vía de los presupuestos generales del Estado. Por otro lado, la energía que
se produce en estos territorios se consigue mediante su producción en centrales
de fuel-oil y gas. ¿No sería más correcto financiar la instalación de
renovables, para así a medio plazo, conseguir que sean independientes
energéticamente?
La
posibilidad de parada de las grandes empresas consumidoras de electricidad,
ante los posibles cortes de suministro eléctrico, suponen fuertes
compensaciones por la disponibilidad, no por el hecho de que se hayan producido
cortes en el suministro eléctrico. Hay que constatar que, a partir del año 2008,
no se han producido cortes en el servicio dado el exceso de potencia disponible
que posee el país, por tanto, la pregunta es: ¿por qué se sigue subvencionando
a las empresas por este concepto?
En
apartados anteriores demostramos que tanto las centrales nucleares como las
hidroeléctricas están más que amortizadas y por si fuera poco, la mayor parte
de la construcción de las nuevas centrales de carbón o gas, se subvencionaron
con dinero público. Seguimos, pues, pagando por algo que ya pagamos una vez, amortización
que nos incluyen de nuevo en el precio final de la electricidad, es decir,
pagamos dos veces por el mismo concepto. Desde 1977 no se ha vuelto a construir
ninguna central nuclear y tampoco desde 1988, ninguna gran presa, la última la
de La Muela.
Respecto
de la gestión de los residuos nucleares, es patético, la pagamos los
contribuyentes hasta ahora. Las pólizas de seguro que tienen las nucleares para
protegerse de posibles daños, las subvenciona el Estado y para más ‘cachondeo’
los seguros contratados por ellas tienen un límite de 700 millones de euros,
así que si se produce una catástrofe, la diferencia entre los 700 millones y el
total de los daños causados los pagaría el Gobierno.
Hace un
mes se presentó en el Parlamento (por parte de Izquierda Plural) una
proposición no de Ley que pretendía realizar una auditoría para determinar cuál
es el precio de cada tipo de energía y dónde se podría ahorrar. El resultado de
la votación era el esperable: trescientos diputados (del total de trescientos
cincuenta) frenaron esta iniciativa, de los partidos mayoritarios el PP votó en
contra y el PSOE se abstuvo…
Fin de la primera
parte
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