lunes, 24 de septiembre de 2012

Los árboles no nos dejan... ¿Qué podemos hacer?


Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

Una sola piedra puede desmoronar un edificio

Quevedo

Llevamos años –desde el comienzo de la crisis- intentando que nuestra economía funcione, vía recetas alemanas, buscando ante todo, la aparición de signos que auguren confianza: la recuperación del consumo, la afluencia de capitales, la caída del diferencial de la prima de riesgo y… las hadas de la economía aún permanecen en el limbo económico.

Por otro lado, Bruselas nos asegura que no nos exigirán nuevas medidas ante el inminente rescate, pero todos sabemos (el que no lo sabe es porque no quiere) que la troika, incidirá una vez más en el recorte drástico del gasto, la reforma urgente y definitiva del sistema de pensiones, el control de las cuentas de las Comunidades Autónomas y sobre todo, la reducción del peso del sector público en el PIB.

Respecto de las pensiones, entre las nuevas medidas que nos impondrán, destaca el adelanto urgente de la entrada en vigor del retraso en la edad de jubilación a los 67 años, eliminando los períodos transitorios. Así mismo, Bruselas hará que se amplíe el período de cómputo para percibir la pensión y también, se introducirá el factor por el que la edad para el cese de la actividad laboral se revisará en función de la esperanza de vida.

En breve y en lo concerniente a la reducción del peso del sector público, es más que probable la aplicación, este mismo otoño, de un ERE en la Administración Central del Estado aplicado al personal contratado. A la vez, se impondrán medidas de privatización de empresas y organismos públicos.

¡Casi nada!...

Y, al final ¿para qué?..., ¡No se nos olvide que el modelo en que nos quieren convertir se llama Grecia! ¡Y nosotros hemos permanecido impasibles ante las barbaridades cometidas con el pueblo griego! La última es que la troika pretende que los trabajadores griegos trabajen 13 horas diarias e imponer nuevos recortes por valor de 11.000 millones de euros.

Se oyen rumores cada día más insistentes en que habrá una crisis de Gobierno en Octubre, yo no me creo la mayor (Montoro, parece ser el objeto del rumor). Considero más bien que estamos entrando en la misma senda ya deambulada por Italia y Grecia de imposición por parte de la troika de tecnócratas en el Gobierno. En este sentido, atención a estos dos nombres que os indico: González del Páramo y De la Dehesa, fundamentalmente el primero.

Los árboles no nos dejan ver la profundidad de la crisis, quienes la provocan, para qué y… al fin, quiénes son los beneficiarios de la misma… El mensaje ha calado entre los ciudadanos: hay crisis, no hay dinero, debemos hacer recortes… Pero en realidad, lo que está sucediendo deberemos contemplarlo desde las soluciones que se proponen… Por qué desde la perspectiva de saber quien se beneficia de la crisis puede que estamos vislumbrando las verdaderas razones de lo que está sucediendo en Europa y en el mundo.

Los modelos anglosajón y alemán: dos paradigmas

EE UU y Gran Bretaña, o lo que es lo mismo, sus correspondientes poderes económicos (Wall Street y la City) plantean, que la UE y el BCE debieran asumir los débitos de los estados endeudados emitiendo eurobonos e incrementando el fondo de rescate, para lo cual, el BCE debiera emitir de forma ilimitada euros y así evitar la quiebra de los estados del sur de Europa.

En ese contexto, Alemania, tendría que garantizar las deudas de Europa con sus propias reservas para evitar los más que previsibles defaults desordenados. De este modo, y ante la avalancha de euros en el mercado, los inversores se refugiarían en los bonos del Tesoro de EE UU ante la inflación que provocaría el euro (por la emisión ilimitada de moneda) y de esta manera, la Reserva Federal de EE UU (FED) se financiaría a tasas de interés extraordinariamente bajas. A la vez, la FED podría otorgar sumas masivas de liquidez para mantener el sistema bancario norteamericano con vida. En este mare magnum, el euro quedaría seriamente debilitado como moneda mundial y rival del dólar.

Con este paradigma (el de los eurobonos y la emisión ilimitada de euros por el BCE), EE UU pretende obligar a todo el aparato productivo de la UE a garantizar los intereses de las deudas públicas, de este modo, aseguraría el funcionamiento del ciclo de las finanzas especulativas norteamericanas y así, la masiva liquidez que inyectase la FED al sistema, podría  ser usada para adquirir a bajo precio, los servicios públicos privatizados, también bancos y empresas y sobre todo, se eliminan competidores de la economía de EE UU. Al final, todo esto, provocaría el frenazo del auge de la economía europea que en conjunto es más poderosa que la norteamericana y a la vez, esta política condenaría a los europeos a años de frenazo y recesión en su aparato productivo.

Esta es uno de los aspectos de la batalla que se esta librando en el mundo. Por tanto, poco o nada importan las medidas de Rajoy para sustraer a España de la crisis. El terreno de juego no es este, la partida de ajedrez es por un lado, Wall Street y la City de Londres contra el Bundesbank y oligarquía financiera europea, y tú Rajoy, no eres ni siquiera un peón en ese tablero. Sólo habría un papel para ti en este teatro si tomases la decisión que más temen: el default y el rechazo a la deuda odiosa, a la vez que preparas la salida del euro de España. Pero, obviamente, no lo harás ¿no?

Alemania, intenta imponer, en contraposición al anterior paradigma, una salida alternativa que consiste fundamentalmente en evitar nuevos endeudamientos que provocan la debilidad creciente del euro y, por tanto, ponen en riesgo la competitividad de la industria alemana. Para este país, que el BCE, haga lo que la FED, es decir, imprimir dinero sin límite, cuando el euro no es aún una moneda de reserva, implica que el BCE tendría que endeudarse en el mercado internacional de capitales lo que hipotecaría el futuro de Europa y de Alemania.

Es acojonante (permítaseme la expresión) que desde el PS francés a Siryza, pasando por IU en España, y, en general, toda la izquierda socialdemócrata europea, propugnen planes de relanzamiento de la economía, tal y como ‘manda’ EE UU, no viendo que en realidad, tanto Obama como Merkel, no son más que los instrumentos de los poderes financieros que en lo único en que no difieren, es en hacer pagar la crisis a los trabajadores. En realidad, de lo que se trata es de anular todas las conquistas sociales de los últimos decenios, sea vía crecimiento o vía austeridad. Las soluciones, pasan por qué seamos capaces de analizar la verdadera dimensión de la crisis y sus causas.

La crisis

Estamos ante una de las crisis más profundas que ha conocido el capitalismo en toda su existencia. El carácter de múltiples facetas de la misma la hacen más intensa que todas las anteriores.  La pregunta en todo caso sería: ¿Existe solución desde dentro del sistema? ¿Estamos ante un cambio de paradigma?

La mayoría de los denominados economistas institucionalizados o financiados por los grandes bancos o grupos empresariales, entienden que esta crisis como todas las anteriores, no son más que fenómenos pasajeros de mayor o menor calado (en este caso la identifican como una crisis financiera) que curarán las recetas tradicionales: neoliberalismo o keynesianismo. Sin embargo, ambas visiones ignoran que el conjunto de problemas son irresolubles porque no atacan de raíz el verdadero problema. Son tan falsas las soluciones al estilo Bundesbank, como las que fomenta Bernanke (presidente de la FED) porque en realidad ignoran al único y verdadero sujeto histórico, el ciudadano.

Como hemos escrito en otro lugar, esta crisis está caracterizada por varias singularidades y que resumimos:

1.      Financiarización. La tremenda capacidad del capital financiero capaz de generar burbujas especulativas en cualquier parte del mundo han hecho que la especulación se traslade de la economía real a la economía financiera.

2.      Sobreproducción. Las grandes empresas producen una masa inmensa de mercancías que no pueden venderse, dada la caída de la demanda interna como consecuencia de la caída de ingresos de los trabajadores.

3.      Políticas neoliberales. El modelo neoliberal que impera en el mundo ha sido incapaz de generar un crecimiento económico sostenido, ha frenado el desarrollo humano, profundiza en la desigualdad social y genera más diferencias que nunca entre unos países los desarrollados y el tercer mundo.

4.      Los ciclos económicos. La economía está sujeta ciclos que en momentos conducen a la crisis, pero existen dentro del capitalismo mecanismos para salir del ciclo y fomentar el crecimiento.

5.      Caída de la tasa de ganancia. Que produce una quiebra del proceso de valor que rompe la dinámica de financiación, inversión, producción, comercialización y crecimiento.

6.      Sistémica. El modelo de desarrollo del mundo capitalista ha dado lugar a una crisis en lo económico, social y ambiental sin precedentes que reclama un cambio de paradigma.

7.      Civilizadora. La crisis estructural y sistémica pone en cuestión la relación hombre-naturaleza que atenta contra las fuentes de toda la riqueza social.

A partir de este breve análisis podemos afirmar que las soluciones que se implementan  a uno y otro lado del Atlántico, parten de la premisa de que es necesario que los grandes capitales trasnacionales maximicen ganancias, para lo que promueven una estrategia de mercado total, explotación de fuerza de trabajo barata, depredación ambiental, financiarización de la economía y militarización de la relaciones internacionales. Todo esto provoca que no sea sostenible la mayoría de la población, dado el inmenso desempleo al que está sometida, las migraciones forzadas, pobreza, hambre y muerte.

Las respuestas que en la mayor parte de los países del mundo han impuesto los poderes financieros, ha sido forzar a los correspondientes estados a rescatar a las entidades bancarias y a las grandes corporaciones que son las que incurrieron en prácticas especulativas. Así, mediante recursos públicos, se encubren las pérdidas y abusos del gran capital, generándose a la vez, una corriente de ganancias de los países periféricos hacia los centrales. Toda esta ofensiva, se dirige en contra de la clase trabajadora, mediante programas de abaratamiento del despido y profundizando en la precariedad laboral. Es por eso, que cuando algunos claman por volver a la regulación del sistema financiero como salida de la crisis, no podemos más que esbozar una sonrisa, porque este no es el único problema, con la regulación no se va al fondo de la crisis, el verdadero problema es el capitalismo.

Así, una respuesta crítica a la crisis, debe tomar en consideración su carácter sistémico y la debacle que está produciendo en nuestra civilización. En este sentido, hay tener claro, que el primer paso a dar sería desarticular el control que los poderes financieros tienen sobre todos los ámbitos de la sociedad: son amos de la naturaleza, el dinero, el conocimiento, la información y mediante el control futuro de los mercados son los dueños del porvenir de la humanidad. Hay cuatro criterios básicos que van más allá de lo que esta crisis significa y que sin su aplicación, toda solución que se adopte, contribuirá, aún más si cabe, a profundizar en la destrucción del mundo, tal y como hoy lo conocemos:

1.      El objetivo número uno ha de ser mejorar las condiciones materiales y culturales de la humanidad. Facilitando de manera altruista el acceso al conocimiento y a los medios materiales.

2.      Es necesario imponer una serie de cambios estructurales que impidan el sistema de acumulación capitalista, tanto a nivel nacional como internacional.

3.      Se trataría de promover que el conjunto de la humanidad se convirtiese en un sujeto colectivo de la propia transformación social del futuro. Es decir, se trata de construir el poder popular, impulsando la democracia directa.

4.      Es imprescindible la reconstrucción de los estados con la participación de los movimientos sociales, de forma que el Gobierno se organice alrededor de un poder que manda, pero cumpliendo los dictados que emanen de las formas de democracia directa. La relación entre los diversos estados debiera construirse en torno a la independencia política de cada uno de ellos y la solidaridad entre todos. La economía debe organizarse en torno al principio de que lo primordial es la justicia social para todos.

Esta crisis sólo se solventará si las masas toman en sus manos la gestión de la economía, el Estado y la sociedad, lo cual, sólo se conseguirá mediante la apropiación de los grandes medios de producción. Su puesta en marcha, habría que implementarla en base a objetivos fijados democráticamente, siendo necesario para conseguir estos objetivos la creación de asociaciones de trabajadores unidos que decidirán con que fines se habrán de utilizar los recursos sociales.

Sin las acciones descritas, la crisis actual no reanudará un nuevo ciclo en tanto no absorba las deudas ya existentes, lo cuál, sólo es posible mediante la destrucción de buena parte del tejido productivo y lo mismo, habrá de ocurrir, con la masa monetaria sobrante que se dirigirá hacia el control de los activos financieros de los competidores estratégicos.

La inmediata recesión, ante la que ya estamos, dividirá aún más a los financieros de uno y otro lado del Atlántico siendo apartados, del reparto de la tarta, aquellos que no colaboren con las élites financieras mundiales.

La economía mundial está ante una caída de dimensiones catastróficas, en la que la mayor parte de los ahorros e ingresos,  no sólo de los ciudadanos, sino también de bastantes grupos financieros e industriales perderán valor por vía de la inflación monetaria (las autoridades financieras de EE UU, Japón y probablemente en breve la UE, recurren a emisiones muy elevadas de papel moneda). Entonces lo que se producirá será una elevación de los precios, por el menor valor de la moneda en términos de economía real, el éxodo de capitales y la destrucción del ahorro.

La economía mundial se contraerá y por tanto, los ‘agraciados’ que puedan concurrir a la ‘gran buffet’ serán sólo los privilegiados. Se detectan síntomas que las grandes finanzas se están refugiando de lo que está por venir: fusiones, refugios en paraísos fiscales y fondos ‘benéficos’, compras masivas de oro...

‘la reciente fusión de la parte visible de los activos de los Rothschild y Rockefeller junto con el éxodo masivo de la oligarquía financiera de Wall Street e industriales a los fondos “benéficos” y la consolidación de los activos representan una inequívoca señal de que la economía mundial y el sistema monetario-financiero internacional están al borde del abismo’

Vladislav Zhukovskiy

Ante lo que está aconteciendo y que en breve, sufriremos, ¿No tenemos salida para nuestro país? Las soluciones, sólo pueden venir por la vía de quitarnos de en medio ante el tsunami que viene: ¡Declarándonos en default!, no aceptando la deuda denominada como odiosa, y sobre todo, orquestando nuestra salida del euro, sin que ello suponga, en ningún caso, que aceptaremos la deuda nominada en euros.

…hay que permanecer en él preparando la salida para que ésta resulte lo menos traumática posible, es decir, hay que salir del euro tratando de minimizar los costes de salida. Puede hacerse.

Alberto Montero Soler

Posdata.-

"El Jueves, 06 de septiembre... sólo hace unos días, China hizo el anuncio oficial. China dijo: “nuestro sistema bancario está listo, todos nuestros sistemas de comunicación están listos, todos los sistemas de transferencia están listos y, a partir de ese día, jueves 6 de septiembre cualquier país del mundo que quiera comprar, vender o negociar con petróleo crudo puede hacerlo usando de la moneda china y no el dólar estadounidense”. Entrevista con Natty Bumpo de Just Measures Radio, 11 de septiembre.

Este anuncio hecho por China es uno de los cambios más significativos en los sistemas económicos y monetarios mundiales, pero apenas se informó sobre el anuncio debido a que ocurrió durante la convención demócrata. Las ramificaciones de esta nueva acción son muy amplias, y muy bien podría ser el catalizador que haga caer al dólar como moneda de reserva mundial, y cambiar todo el panorama de cómo funciona el mundo de la compra de energía.

Ken Schortgen Jr.

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