martes, 4 de octubre de 2011

Carta abierta a Beatriz Pérez…

Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)

Beatriz Pérez, de 28 años, es licenciada en química, en bioquímica y máster en biología molecular, celular y genética. Después de dos años de beca en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia (con un salario de 13.200 euros anuales) y justo cuando la institución estaba obligada a contratarla, se ha quedado en la calle sin indemnización ni derecho a paro y con la tesis doctoral a medias.

Beatriz, te llamaré amiga, si me lo permites, ¿por qué no te vas a Alemania? ¡No podrás salvar tu tesis!, ¡no podrás trabajar en tu profesión!,… ¡este es el mensaje de tus representantes políticos!...

Tu currículum, como el de tantos otros ciudadanos españoles, no es importante,… ¿no te lo habían dicho? Aquí se puede ser ministro sin saber leer o escribir o razonar, basta con ‘servir’ adecuadamente. Tú problema querida amiga, es que has nacido (como todos nosotros) en el país equivocado. Un país que invierte en educación y cuando el “producto” está acabado, lo envía Alemania o a EE UU, o a…, para que allí rentabilicen lo que hemos pagado aquí.

Los 24 años que te ha costado a ti llegar a dónde estás ahora, el elevadísimo precio que tu formación ha costado al Estado, los sacrificios personales, probablemente los de tus padres tanto en el plano anímico como crematístico, tus esperanzas, etc., en manos de unos desaprensivos que prefieren “fardar” en AUDI que financiar tus miserables 13.200€/año

Y, Beatriz, ¿cuántos como tú? Lo mejor de nuestra juventud se irá fuera del país y lo peor de todo es que no podrán volver a rendir los frutos de su conocimiento y esfuerzo. Podemos permitirnos gastar más de 60 millones de euros en la operación de bombardeos en Libia, por cierto, contra un pueblo que nada nos había hecho. Con ese dinero se podrían financiar 4.500 becarios de tú nivel que aportarían al país “algo más” que las bombas que les lanzamos a los libios.

¿Cuántos becarios e investigadores se podrían financiar con el total gastado en la guerra de Afganistán o nuestra presencia en Kosovo, o en el Líbano, o…? ¿Cuánto nos cuestan estas aventuras de las que nada dice ni candidato, ni el opositor? ¿Podríamos acaso tener una investigación puntera en Europa si prescindimos de este internacionalismo guerrero?

Y, en definitiva, lo que verdaderamente importa y que a ningún político preocupa ¿qué prefieren los ciudadanos españoles, las guerras del “Imperio” a las que acudimos cuál “perritos fieles” o unas líneas de investigación bien financiadas?

El problema de todo esto, no es ni tan siquiera la opción que se presenta: “mandatos del imperio” o inversión en investigación. El verdadero problema es que las decisiones que toman los políticos nada tienen que ver con los deseos y las necesidades de los ciudadanos. Estos “tipejos” obedecen únicamente a sus “amos”, y tú Beatriz y yo, e incluso lo que está por encima de todos nosotros que son los intereses comunes, no significan/mos nada para ellos.

Siento en todo caso, que tú único camino sea la emigración, o la “primitiva”, o “Gran Hermano”, pero… esto es lo que hay en nuestro país…, un enorme abrazo y lamentando profundamente tus problemas me despido de ti.

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