domingo, 10 de junio de 2018

Demografía, Población y Desempleo en el Concejo de Lena (2017)

La despoblación es un fenómeno demográfico y territorial, que consiste en la disminución del número de habitantes de un territorio o núcleo con relación a un período previo. La caída en términos absolutos del número de habitantes puede ser resultado de un crecimiento vegetativo negativo (cuando las defunciones superan a los nacimientos), de un saldo migratorio negativo (la emigración supera a la inmigración) o de ambos simultáneamente. Por ello, las causas que la explican pueden ser complejas y exigen análisis profundos para poder realizar un diagnóstico adecuado.

Los factores económicos desempeñan un papel crucial en estos procesos de despoblación: las zonas afectadas por ellos suelen ser áreas económicamente deprimidas, atrasadas o escasamente dinámicas en relación a otras del mismo país. En genera,  los procesos de despoblación se han desencadenado en el continente europeo como consecuencia de las altas tasas migratorias desde estas zonas a los núcleos urbanos en expansión, fenómeno que fue conocido en las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX como el éxodo rural, por la cuantía que alcanzó y su impacto sobre los lugares de origen de los emigrantes. Los motivos que llevaron a tantas personas en la mayor parte de los países europeos a emigrar hacia las ciudades tuvieron que ver con los mayores salarios que se pagaban en ellas, las mayores oportunidades laborales, o sus mejores equipamientos o servicios. En definitiva, la gente emigró por su capacidad para proporcionar mayores niveles de bienestar material.

Pueden existir fenómenos de despoblación en todos los ámbitos, incluidas grandes ciudades y espacios densamente poblados. Sin embargo, cuando afectan a áreas de baja densidad, desequilibradas en estructura de edades, género y cualificaciones, que además carecen de un sistema urbano que vertebre su territorio, la perspectiva futura es muy negativa. Para esas comunidades rurales en declive, existentes en todo el mapa europeo, la desertización demográfica es síntoma de graves problemas estructurales que pueden conducir a su desaparición en breve plazo, esto es, a truncar proyectos personales y borrar unas comunidades con una larga historia detrás e, incluso, con una gran potencialidad futura. De manera que su gestión política es muy difícil de diseñar e implementar, porque además de ser necesario perfilar estrategias que integren diferentes niveles de gobierno y con sentido estratégico, exige una ejecución muy virtuosa. Abordar lo urgente e importante, con un enfoque innovador y discriminatorio, además de ser muy complicado de llevar a cabo puede generar incomprensión y agravios comparativos en otros interlocutores políticos y territoriales.

Vicente Pinilla y Luis Antonio Sáez. Centro de Estudios sobre Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales



DEMOGRAFÍA Y POBLACIÓN

“Cuando los años se suman, uno empieza a tener noción de que el tiempo se escapa.” 
Mario Benedetti

La demografía puede definirse como la descripción estadística de las poblaciones humanas que incluya el análisis cuantitativo y las previsiones sobre las mismas.

El conocimiento del volumen de una determinada población y de su composición en función de unas ciertas características –fundamentalmente, edad y sexo- en un momento dado nos proporciona una información estática, porque tiene sentido hablar de la cantidad que existía en determinada fecha, pero no a lo largo de un año. Pero, la población está en continua evolución, originadas por dos tipos de factores de cambio que inciden sobre ella: los llamados movimientos vegetativos, condicionados por la dinámica interna de la propia población, como nacimientos, envejecimiento y defunciones, y los movimientos migratorios que tienen su base en la dinámica de sus relaciones con otras poblaciones. Así resulta que la ‘instantánea’ conseguida en el estudio estático de la población en un momento dado lo que nos refleja en realidad es el resultado de la actuación de los elementos dinámicos mencionados sobre la población existente en momentos anteriores.

Los datos que referimos son los del INE (Estadística del Padrón Continuo) que comienzan en 1996 y tienen la particularidad de que no hay datos para el año 1.997 y los extendemos hasta enero de 2017 (a la hora de redactar este informe no estaban disponibles los datos para 2018). Las dos clasificaciones más importantes que vamos a usar inicialmente a lo largo de los cuadros y gráficos presentados será la de grupo de edad y sexo.

Estos datos nos van a permitir elaborar las correspondientes pirámides de edad, modo muy adecuado de visibilizar por un lado, la situación estática de la población en dos instantes (1996 y 2016) de los diferentes grupos de edad y, por otro, la evolución de la población, en ese período de 20 años, a través de los movimientos poblacionales en los correspondientes grupos de edad.

Esa evolución de la población la presentamos luego, año a año, de manera relativa (población del grupo dividida entre el total de la población de ese año y para cada grupo de edad) de este modo, tenemos una doble visión de la problemática poblacional del Concejo: primero, veíamos la evolución global por grupos de edad, a partir de las dos pirámides de población (1996 y 2016) y, luego, vemos el movimiento anual de la población en cada grupo de edad. Al final presentamos un cuadro resumen en el que constamos las diferencias de población relativa y absoluta al principio y fin del período para cada grupo de edad y las relacionamos con la coyuntura económica que se da para cada inflexión de la curva que genera la diferencia de población.
El problema no era tanto constatar lo evidente, la pérdida de población del período, sino analizar si además de esa merma poblacional veíamos como evolucionaba la edad media de la población en el Concejo. Lena ha perdido en estos 21 años referidos, la friolera de 3.045 habitantes o el 21.25% de la población existente en 1.996 y, además, vemos el crecimiento de la media de edad de la población, pasando de los 40.8 años de media en 1996 a los 49 años de media en 2017. Por tanto, el ritmo de envejecimiento es de 8.2 años cada 21 transcurridos.
¿Qué significan estos dos datos? Que, si todo continúa igual, en los próximos 10 años la población de Lena habrá caído más de un 10% de la actual y la edad media habrá aumentado en 4 años Esto es alarmante, ¡no! es gravísimo, dado que estos datos crecerán a lo largo del tiempo. La población que emigra es la más joven del Concejo, como veremos en el informe y, por tanto, las consecuencias son demoledoras, más aún cuando no hemos visto a ningún grupo político presentar una propuesta medianamente coherente para intentar resolver el problema.

A partir de esta realidad, lo que nos interesa es delimitar geográficamente en que tipo de entidades se circunscribe el problema. Para ello, recurrimos al Nomenclátor de Población del Padrón Continuo por unidad poblacional. Queremos conocer la evolución de la población parroquia a parroquia y entidad a entidad de población. El primer problema que se nos plantea es que este Nomenclátor, sólo recoge datos desde el año 2000, con lo cual no podemos retrotraernos a 1996, sino que ese será el año desde el iniciemos este análisis.

Inicialmente nos centramos en las parroquias viendo como ha evolucionado su población en términos absolutos para el período (2000-2017). Al final presentamos un cuadro/gráfico en el que reflejamos esa variación absoluta de población de cada parroquia. Los resultados reflejan que en todas las parroquias del Concejo se ha perdido población con distintas cifras que oscilan entre pérdidas de 1285 habitantes en La Pola a los 4 en Tuiza. Así mismo, presentamos un gráfico en el que reflejamos la pérdida porcentual de población de cada parroquia.
Luego, vemos la proporción hombres/mujeres por parroquia y como ha evolucionado esta relación a lo largo del tiempo. Como vemos en 2017, en las parroquias de: Felgueras, Congostinas, Parana, Xomezana, Teyeo, Zurea, Muñón Fondiru, La Pola, Columbiel.lo, Campumanes, Erías, Chanos de Somerón, Payares y Carabanzo, hay más mujeres que hombres (en diferentes proporciones según el gráfico adjunto). Sin embargo, en las parroquias de: Vil.layana, Sotiel.lo, Castiel.lo, Las Puentes, Tuiza, Cabezón, Piñera, Muñón Cimiru, Casorvía y Samiguel del Río, hay más hombres que mujeres. La tendencia natural es que en estas parroquias que, hay más hombres que mujeres, acaben con más mujeres que hombres por razones de esperanza de vida.
A continuación, analizamos las variaciones poblacionales (2000-2017) de cada entidad de población (168 en total) del Concejo que presentamos agrupadas por parroquias. La mayoría de las entidades han sufrido pérdidas poblacionales, aunque no en todas las entidades (hay 30 entidades que en diferentes parroquias han aumentado su población). Los crecimientos más importantes de población se sitúan en Ronzón (de 4 a 10 hab.), El Peridiel.lu (de 10 a 18 hab.), Bendueños (de 1 a 13), La Campa (de 8 a 14) y Vil.lar en Payares (de 1 a 6 hab.), el Quempu en Tuiza (de 2 a 7 hab.).
También hemos analizado como se ha modificado la concentración de la población de 2000 a 2017. Para lo cual hemos agrupado a las entidades en función de su número de habitantes: entidades de cero habitantes; de 1 a 10; de 11 a 25; de 26 a 50; de 51 a 100; de 101 a 500 y entidades mayores de 500 habitantes. A lo largo del período la población se ha concentrado en las poblaciones mayores de 500 hab., se ha pasado de tener el 73% en el año 2000 al 78% en 2017; las de 101 a 500, han pasado del 9 al 8%; las de 51 a 100, del 8 al 6%; las de 26 a 50, del 4 al 3%; las de 11 a 25, del 4 al 3% y el resto permanecen igual. Es decir, todas las entidades de entre 11 y 500 habitantes han disminuido su población en el período para concentrarse en las entidades mayores de 501 habitantes.
A estas alturas de exposición es relevante preguntarse: ¿dónde se ha ido la población que ha perdido el Concejo de Lena en este período?  Hay un dato preocupante y es que el crecimiento de la población de Lena que emigra al extranjero crece constantemente, aún a pesar de que cada vez haya menos población y, lo que es más grave, esta cifra sigue incrementándose a pesar de que el PIB regional y nacional esté creciendo desde 2013. Debemos aclarar, por tanto, que las ‘salidas al extranjero’ son estructurales y que se deben principalmente a problemas económicos. La gente sale a ‘ganarse la vida’, no de vacaciones, como afirmó la ministra (con minúscula) de Trabajo, porque aquí no encuentra modo. En 2009, la población de Lena en el extranjero, representaba el 5.5% del total (705 personas) y en 2017, eran 967 personas para un 8.5% de la población del Concejo.
Si analizamos las relaciones del desempleo y la emigración al extranjero con el total de la población. Vemos que aún cuando incluso el desempleo desciende, la emigración no se frena, esto sólo puede implicar que tan traída creación de empleo con el ‘cacareado’ crecimiento económico no sólo no han llegado a Lena, sino que incluso, yo me atrevería a decir que tan poco es real (ya explicaremos esto más adelante). De momento no se detecta un retorno de los emigrados (al contrario, aumenta) y esto sólo puede significar que el empleo que se crea es precario y estacional, lo que no da pie al regreso al terruño o al menos a Asturias.


DESEMPLEO

“El descenso de los precios, al paliar la ventaja conseguida por los capitalistas mediante la reducción de los costes, provocará la reaparición del paro y la subutilización del equipo concomitante.” 

 Michał Kalecki

En primer lugar, afirmar una obviedad, el desempleo en Lena crece cuando el PIB regional decrece y decrece cuando cae el PIB. Los datos que referiremos son, en todo el período, los de los meses de Enero de cada año. En enero de 2013 se alcanzó en Lena la mayor cifra de desempleados (1.114) y la más baja se refiere a enero de 2018, con 787 desempleados. Sin embargo, la ‘recuperación económica’ aún está lejos de que el desempleo revierta a las cifras anteriores a la crisis.

Si analizamos las cifras de población y las de la encuesta de población activa que, veremos más adelante en el informe, las verdaderas causas de la mejoría en el empleo en Lena no se debe a la recuperación económica sino que hay que relacionarla con el cambio de normativa estadística que define el desempleo, a la pérdida de población en el período y a la emigración de los jóvenes.

De los datos estadísticos obtenidos, deducimos que el desempleo afecta más a los hombres que a las mujeres en épocas de crisis y en épocas de bonanza sucede lo contrario. Para los varones mayores de 45 años, el desempleo crece desde antes de la crisis y aunque mejora ligeramente en 2016, podemos afirmar que este grupo de edad está siendo desplazado sistemáticamente del mercado de trabajo. Para los varones menores de 25 años, la situación económica es muy poco relevante, crece el desempleo hasta 2012 para en plena crisis recuperarse hasta 2018; esto pone de manifiesto que este descenso no se debe a razones económicas, la verdadera causa está en la emigración de los varones de este grupo de edad. Para los varones de entre 25 y 44 años, la situación económica es la que determina la caída o recuperación del empleo.

En el caso de las mujeres de entre 25 y 44 años, el desempleo está sujeto a los vaivenes de la situación económica, pero en menor medida que en el caso de los hombres (la curva es más ‘plana’). Para las mujeres mayores de 45 años, sucede lo mismo que con los hombres, las de de este grupo de edad están siendo sistemáticamente del mercado de trabajo. Para las menores de 25 años, la situación económica es intrascendente, en plena crisis empezar a descender el desempleo y que como en el caso de los hombres, se debe más a razones de emigración que no a la creación de puestos de trabajo.

La coyuntura económica afecta más a los desempleados del sector servicios y a los de la construcción. Para la industria y la agricultura, la coyuntura económica tiene poca  o ninguna relevancia, esto se debe a que apenas hay demandantes de empleo en estos sectores. Apenas hay nuevas personas que se incorporen al mercado laboral, menos de 100 personas anuales, esto implica lo que ya  hemos reiterado: hay muy pocos jóvenes en el Concejo como consecuencia del envejecimiento de la población y la emigración.

Respecto de los contratos de trabajo que se firman en Lena, su número crece entre 2006 y 2008, caen al caer la economía hasta 2012, más tarde crece su número hasta 2015, para volver a caer hasta 2017. Sin embargo, el desempleo decrece desde 2013. ¿Cómo es posible que caiga el desempleo cuando se firman menos contratos de trabajo? Todo se debe a un burdo maquillaje estadístico (recuérdese de que desde 2013, basta con trabajar una hora en la semana en la que se recogen los datos estadísticos del desempleo, para ser ‘sacado’ de las listas del desempleo). Esta parece ser una poderosa razón para entender porque desde 2015, cae el número de contratos y también lo hace el desempleo (lo cuál inicialmente sería contradictorio). Podría argumentarse que han crecido los contratos indefinidos y por tanto, caería el desempleo, sin embargo, como podemos comprobar el número de contratos fijos, lejos de crecer, se mantienen o cae.

Los contratos indefinidos en el período es menor del 10%, es decir, la mayoría de contratos son temporales. En los meses que se firman más contratos son los de enero, julio y octubre. El sector que más contratos ofrece es el sector servicios (ha crecido en 23 puntos en el período 2006-2017). Desciende en el período el número de contratos en la construcción (ha perdido un 23%). Los contratos que se ofrecen en la industria son aproximadamente los mismos cada año. En la agricultura no hay apenas contratos.

Si analizamos la población según el mercado de trabajo, vemos que la población en edad de trabajar, ha caído 3 puntos en el período; la población activa ha crecido en casi 4 puntos; la población inactiva ha caído en 7 puntos. Si consideramos el desempleo, población ocupada y población inactiva, respecto de la población en edad de trabajar, vemos que el número de desempleados ha crecido 6 puntos, la población inactiva ha caído 9 puntos y por tanto, la población ocupada ha crecido en casi 3 puntos.

En términos absolutos, los componentes de la encuesta de población activa se han comportado en el período: los menores de 16 años han caído en 121 (menos nacimientos, aunque relativamente pasan del 9 al 10%); los mayores de 65 años, también han descendido en 121 personas (aunque relativamente aumentan del 23 al 26%); los desempleados han crecido en 324 personas (pasan del 5 al 8%); se han perdido en el período 589 empleos (caía de la población ocupada, relativamente continúan igual) y lo más relevante es la pérdida de 1324 personas de la población inactiva (prejubilados, estudiantes, amas de casa, minusválidos, etc.) aquí es dónde hay que situar la pérdida de población (para un total de 1831 habitantes perdidos en el período, esta rúbrica representa el 72,3% de la reducción de la población)
Es en estos últimos datos dónde se encuentra la solución al enigma de cómo en realidad, la situación del empleo no ha mejorado en Lena. En los datos que mostramos se pone claramente de manifiesto varias cuestiones: primero, el desempleo lejos de reducirse ha aumentado en 324 personas; segundo, en 2017 había 958 personas de Lena en el extranjero (tristemente las mejor formadas) y tercero, se han ido de Lena en el período 1324 personas inactivas (bastantes de ellas al extranjero). Y, además, por si los datos anteriores no fueran lo suficientemente alarmantes, está el hecho que determina la actual situación, cuál es la pérdida de 589 empleos en el período.

El enlace al informe completo es:


POSDATA.-

Estamos ante un panorama actual desolador pero, ante un futuro aún más dramático. La caída real del empleo, la pérdida de población joven que pudiera incorporarse en el futuro al mercado de trabajo, el envejecimiento y, como consecuencia, un crecimiento vegetativo negativo (más muertes que nacimientos) y, por fin, un saldo migratorio muy desfavorable (salen muchas más personas que entran).

Y, entretanto, las fuerzas políticas locales, igual que las regionales o nacionales, plantean soluciones que no sólo no funcionan, sino que consumen los pocos recursos económicos disponibles en quimeras como los polígonos industriales. A lo largo de estos años de fuertes inversiones de Fondos Mineros esas políticas se han demostrado ineficaces y caldo cultivo para ‘rapiñar subvenciones’ y ‘colocar a inanes’ al frente de proyectos que nacieron muertos antes de empezar.

Las soluciones hay que situarlas en otro contexto, el actual está agotado y es ineficaz para un mundo cada vez más globalizado. En breve, presentaremos una iniciativa económica basada en el aprovechamiento de los propios recursos existentes que creemos podría contribuir a la revitalización del Concejo.

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