Cuando despertó, el dinosaurio todavía
estaba allí.
El cuento más corto del mundo. Agustín Monterroso
La primera parte ‘Cuando despertó’, nos indica que alguien estaba dormido y despertó, es decir, el
dormido ve las cosas no como son realmente, sino como las sueña. Esta frase de
Monterroso hay que situarla en esa corriente filosófica que afirma que las
personas no vemos la realidad tal cuál es, sino que la percibimos a través de
nuestros sueños. Así la primera frase ‘Cuando despertó, significa que toda la humanidad duerme, pero habrá un día próximo en
que el despertaremos.
En la primera parte, no hay un sujeto
expreso, sin embargo, en la segunda el sujeto es explícito, un dinosaurio. Una bestia que pobló la tierra hace millones de años. El dinosaurio
es un ente simbólico que nos pone en situación acerca de la crueldad de los
grandes reptiles. Y la frase se completa, con el ‘todavía estaba allí’. Así pues, cuando la humanidad despierte va a descubrir que la barbarie, la
crueldad, la sinrazón van a seguir gobernando el mundo. A primera vista,
parece que Monterroso nos deja con el cuento un mundo tenebroso y depravado que
no podemos cambiar, por tanto, ¡de nada vale despertarse!
Hay una interpretación cabalística que
modifica sustancialmente la interpretación anterior. Véase que el cuento tiene
siete palabras y 43 letras, o sea 4+3 igual a 7. El siete es un número
cabalístico que indica perfección, lo cuál modifica el sentido del cuento: cuando despertemos nos daremos cuenta de la
irracionalidad que hay en el mundo, pero, la misma es el primer paso de la
humanidad para llegar a la perfección.
Los que no tenemos el talento de Monterroso, para escribir el cuento
más corto del mundo, necesitamos de más palabras para relatar lo que queremos
contar:
Érase una vez un país, muy bonito, soleado, con amplias
extensiones de tierra despoblada de personas y árboles, con comarcas enteras
desertificadas, con muchos monumentos (casi todos de la Iglesia), con playas,
con gentes amables, solidarias, sobrias y alegres, es decir, un país con de
todo ‘como en botica’. Pero, eso sí,
con unas organizaciones políticas plagadas de inanes.
El ejecutivo del Estado moderno
no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la
burguesía.
Karl
Marx