Inauguramos con este post un grupo de noticias
sociales y económicas que pasan desapercibidas para el gran público, bien
porque los medios de comunicación las ignoran, bien porque algunos no las consideran importantes. Lo que presentamos
es un conjunto de reflexiones sobre un grupo de noticias aparecida en la prensa
La estabilidad
financiera en la eurozona
Se nos vende que después de las medidas adoptadas por
la troika, la salud del sistema financiero en la eurozona es óptima, sin
embargo…
“La estabilidad financiera no está asegurada”, según
el informe del FMI (Financial System Stability Assesment). Cuanto antes se
salga del crecimiento negativo será más fácil normalizar la actividad de los
bancos y por tanto será posible el que los mismos vuelvan a prestar en
condiciones normales. Por otro lado, el decrecimiento de la economía propicia
el encarecimiento de la deuda pública por ello, es prioritario habilitar
políticas tendentes a elevar el PIB.
Los síntomas de la precariedad financiera en la que
estamos inmersos en la eurozona podemos resumirlos en tres situaciones que la
aclaran:
1. Pagar un 5% por la
deuda a 10 años mientras Alemania lo hace al 1,2% es impropio de una unión
monetaria. Lo mismo viene sucediendo para los países del Sur de Europa, por lo
que es necesario rebajar de manera muy significativa el pago de intereses de la
deuda, a finales de este año y que para España, rondarán la cantidad de 38.600 millones de euros.
2. La fragmentación
financiera derivada de la falta de crecimiento de la economía (alto desempleo,
elevado nivel de deuda de las empresas y familias, alta tasa de morosidad,
caída del valor de los activos financieros) conducen a dificultades para
facilitar créditos al sistema económico. Esta situación lleva a que los
préstamos que las empresas pueden obtener sean de 3 o 4 puntos porcentuales por
encima de lo cuestan en Alemania. Si a esto le añadimos que en España e Italia,
las pequeñas y medianas empresas tienen un gran peso en la economía, se agrava
aún más la situación para ellas en estos países.
3. El rescate de
Chipre aún agrava más la precariedad financiera de la eurozona en la medida en
que debilita la credibilidad de las instituciones europeas y como corolario,
del sistema bancario europeo. El recelo de los ciudadanos ha aumentado en tanto
que se vulnerado el compromiso del seguro hasta los 100.000 euros acordados por
el Eurogrupo en 2008. Y por otro lado, las limitaciones impuestas a la libre
circulación de capitales, sin que se haya dictado norma alguna que la regule.
Todas estas situaciones derivadas de una Unión
monetaria precaria, insuficiente y arbitraria, hacen que en las actuales
condiciones sea muy difícil la normalización de la actividad crediticia y por
tanto de la actividad económica. ¿Hay soluciones a este problema desde dentro
de la eurozona? No y, no me cansaré de
repetirlo. El último dato de la encuesta de población activa refuerza estos
argumentos (6,2 millones de desempleados)
Ante la pregunta: ¿Tiene
España margen de maniobra para hacer una política distinta de la que marcan
Berlín, Bruselas y Fráncfort? Si no es
así, mejor eliminar las elecciones y poner a los funcionarios a que reciban
órdenes de Morgan Stanley, porque da igual quién las gane. No creo que los
españoles aceptaran eso (James K. Galbraith)