Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)
“Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”
Antonio Gramsci
1. EL II ACUERDO
PARA EL EMPLEO Y LA
NEGOCIACIÓN COLECTIVA PARA LOS AÑOS 2012, 2013 Y 2014
El acuerdo de CCOO y UGT
con la CEOE del
pasado 25 de Enero, intenta minar
(lo nieguen o no los sindicatos) la
capacidad de resistencia de la clase obrera del país. Parecía difícil que
los sindicatos consiguieran mayores cotas de amarillismo. Firman, por enésima vez, un nuevo ataque a la clase trabajadora.
¿Por qué firman este acuerdo en puertas de una reforma laboral que se plasmará
15 días después? ¿Qué pretendían? ¿Acaso poner de rodillas a la clase obrera
española para frenar su posible respuesta a la susodicha reforma laboral?
Las razones a las anteriores preguntas se explican fácilmente:
1. CCOO y UGT demuestran que comparten el discurso de la
CEOE,
según el cuál, la salida de la crisis depende de que los empresarios creen
empleo y que las empresas sean competitivas, para ellos (ambas partes:
sindicatos y empresarios), sólo será posible salir de la crisis si se reducen salarios y derechos
laborales: ¡Esto es lo que han
firmado!
2. Como España no
puede llevar a cabo políticas monetarias que mediante devaluaciones
competitivas favoreciesen las exportaciones, para “compensar” ese déficit,
sindicatos y empresarios se ponen de
acuerdo en degradar las condiciones laborales para reducir costes y así incrementar la competitividad.
3. Los análisis que
los sindicatos hacen sobre la crisis, no resistiría la crítica de un estudiante
de primero de economía: niegan siquiera
la posibilidad de que existan otras
soluciones a esta crisis y ni siquiera cuestionan el sistema en el que están
inmersos (han olvidado que tiempo atrás algunos eran marxistas) y lo que es
peor, ni ‘ponen en solfa’ de manera decidida que las políticas que se vienen practicando por los sucesivos
gobiernos, son contraproducentes para la
clase trabajadora.