Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)
1. LA CRISIS EUROPEA Y LAS
POLÍTICAS DE AJUSTE
El tremendo error que supone el mantenimiento de las
políticas de recortes sociales y de ayudas a la banca, impide que se puedan
ofrecer soluciones a los problemas económicos existentes en Europa, ni siquiera con el incremento, cada día
más intenso, de los sacrificios que se
les está imponiendo a las poblaciones de los países periféricos.
Exprimir las últimas gotas del sudor de los pueblos y el expolio de sus aparatos productivos, va a dar lugar a una fractura
social sin precedentes. Ahogando las economías de los países en problemas,
es de imbéciles pensar que se va a poder pagar la deuda y avanzar en la
construcción europea. Lo que se está produciendo en los países periféricos es
un rechazo cada vez más profundo hacia
Europa[i].
Los gobiernos europeos deben dejar de actuar como siervos de los poderes
financieros, porque aquí se está gestando una segunda fractura quizás más
importante que la anterior: la ruptura
sin retorno de los pueblos con sus gobiernos, con los políticos (todavía alguno
se pregunta: ¿Qué quieren los del 15M?).
Las políticas de ajuste no pueden resolver los problemas europeos y principalmente
el del euro, porque los fallos derivan de una errónea concepción en la construcción de la eurozona: la falta de
mecanismos que permitan la realización de políticas fiscales, la ausencia de un
presupuesto suficiente en la UE, la ineficacia en la construcción del BCE que
impide que este sea un banco que financie a los Estados cuando estos lo
necesiten, la falta de una regulación adecuada sobre las entidades financieras,
un control estricto de la circulación de capitales, etc. Por todo esto, no hay ninguna política de ajuste que
resuelva un puzzle al que le faltan las piezas que le dan consistencia.