Si los hechos no coinciden con la teoría, entonces cambia los
hechos.
Albert
Einstein
Podemos, es hoy un
fenómeno que analiza desde el Financial
Times inglés, hasta el Centro de Investigaciones Económicas del
Instituto de la Globalización y los Movimientos Sociales en Rusia. Y, en
muchos casos, más allá de sus críticas interesadas al programa económico de Podemos, encontramos la constatación de
un hecho, común para casi todos, la
debilidad de la organización para implementar un programa radical, en materia
económica, que sirva para sacar a España de la crisis.
El discurso, hasta antes de la aparición del
‘borrador’ de programa económico, se centraba en la confrontación entre los de
arriba y los de abajo, pobres contra ricos, ahora lo que se plantea son medidas
económicas socialdemócratas para no asustar a los poderes financieros. Pero, el
primer gran error de Podemos está en
creer que, con estas medidas, el dinero permanecerá en España, ¿se desconocen
las cifras de salidas de capital del solar patrio incluso con gobiernos de
derechas? Revisen los datos que publica el Banco de España sobre salidas de
capitales. Acaso, ¿olvidan lo obvio?
el dinero no tiene patria ni religión y, sobre todo, al menor síntoma de
peligro huye.
Intentar apaciguar a los poderes financieros con
medidas socialdemócratas exentas de un programa de nacionalizaciones de
sectores estratégicos como las eléctricas, la banca, etc. nada tiene que ver
con lo que verdaderamente necesita el país. Para ponerse de rodillas ante los poderes fácticos para que nos dejen gestionar
los asuntos públicos, no hacían falta
alforjas… Lo peor que una organización puede hacer, es situarse en el
posibilismo, esto ya lo hacen estupendamente los socia-listos. ‘La política es
demasiado importante como para dejarla en manos de la casta, mayordomos de los
bancos’ (Pablo Iglesias) ¿Dónde queda hoy ese discurso?