Lorenzo Rivilla (lorenzo.rivilla@gmail.com)
‘la ley,
en su majestuosa igualdad, prohíbe por igual, al rico y al pobre, dormir bajo
un puente, mendigar en las calles y robar pan’
Anatole France
“…la
explicación de esta crisis, no puede prescindir de los problemas asociados a la
acumulación y a la rentabilidad de capitales. La especulación y el
apalancamiento son manifestaciones –aunque a su vez reactúan y agravan los
problemas- de esas cuestiones. Es utópico pretender eliminar las crisis
combatiendo el fenómeno de superficie”, “…la
posibilidad de burbujas, de sobrevaloración de activos, de manías inversoras y
sobreacumulación, y sus colapsos posteriores, es inherente al mercado
capitalista”
Rolando Astarita
En la actual crisis de los países de la
eurozona hay una contradicción básica inconclusa y no resuelta: es la que hay
entre la moneda, el euro y las diferencias entre las productividades relativas
de los trabajos que se desarrollan en cada nación y que están condicionadas por
las tecnologías empleadas y otros factores. Cuando había monedas nacionales,
las devaluaciones y/o la fortaleza o debilidad relativa de una moneda expresaba
esa diferencia de creación de valor entre los diferentes países.
En la zona euro, los países en la que las
productividades son desiguales se unifican bajo una sola moneda. Así el tipo de
cambio entre Alemania y España se unifica a pesar de la contradicción que
supone al tener estos dos países productividades muy diferentes. Esta
incompatibilidad, sólo podría ser resuelta, bien con una unificación política
completa o bien con ajustes muy fuertes modificando el tipo de cambio de la
moneda como consecuencia de la caída de precios y salarios de las naciones con
menores productividades.